Aparthotel SPA Don Iñigo de Aragón

Apartahotel

Es un hotel encantador, es muy espacioso, añejo y lo mejor ha sido el spa, sobre todo las vistas, tanto desde el spa que tiene una cristalera inmensa, como desde la terraza. El dueño es muy amable y atento. Volvería sin duda y totalmente recomendable.

El sito es precioso, agradable y relajante. Está muy bien cuidado. Nosotros estuvimos almorzando y la comida excepcional, buen trato. Los postres caseros y muy ricos.

Perfecto! La atencion de Agustin, la de la cocinera y camarera. El spa suuper bien. Y lugar tranquilo para relajarse. Sin duda para repetir.

Hotel muy bien conservado, con mucho encanto, rodeado de naturaleza.

Precioso lugar, fantástico pueblo, muy buen hotel y excelente trato. Limpisimo y gran decoración. Te trasladas a otra época. El pueblo está cargado de historia, hay que hacer la visita guiada para darte cuenta de lo que fue. El Maestrazgo sencillamente increíble, desde allí hay que visitar obligados Montoro y Molinos, como mínimo.

El hotel tiene unas instalaciones geniales. El único pero es que hay que hay que cruzar la calle para ir al spa. Y la cena era de menú.

Se come muy bien y muy bonito.

No volveremos. Un hotel, solo para hacerte la foto. El Spa deja mucho que desear, para empezar se encuentra fuera del hotel, algo bastante incomodo porque has de cruzar una calle para ir al spa. Fuimos al Spa, IMPOSIBLE entrar en los jacuzzi, el agua HELADA! congelada! le dimos a las burbujas y tuvimos que salir del olor a lejia que no se podia aguantar! se empezo a hacer una espuma en el jacuzzi que empezo a salir por todas partes de productos químicos que si llegamos a entrar los bañadores para tirar. El baño turco no funcioba. Las tumbonas calientes tampoco. El hotel solo tiene Wi-Fi en recepción (que hace frio que te mueres) y no hay cobertura en ninguna parte del pueblo, asi que aislados. En el comedor te mueres de frio, insoportable. Parece mentira que un pueblo con tan bajas temperaturas en invierno, no tenga un hotel preparado para el frio, estuvimos con el abrigo casi todo el tiempo dentro del hotel menos en la habitación. Imposible dormir, las habitaciones estan pegadas al campanario y tocan todas las horas. Para nosotros, nada recomendable. Es bonito de ver, pero ni barato ni acojedor en invierno.

Apartahotel estupendo! El trato del chico de recepción de 10, gracias. Cogimos una oferta por weekendesk con dos noches, desayunos, spa y visita por el pueblo. La habitación genial, por poner una pega la almohada un poco fina, por lo demás bien equipada y muy confortable. El bufet del desayuno un poco escaso pero lo que tiene muy rico. Las vistas son un espectáculo. El spa genial, no es grande pero tiene de todo para relajarte. El señor de la visita, un señor mayor muy amable, educado y muy atento. Sabe explicar muy bien y muy ameno. La situación del pueblo un poco escondido pero alucinante, vale la pena ir.

El personal del hotel muy entregado a su trabajo. La comida espectacular. Descanso inmejorable igual que el trato a los clientes.

Si vais a comer, el ternasco es acierto seguro.

El hotel perfectisimo el personal sobre todo Agustin excelente para volver si quieres estar en paz y desconectado de todo perfecto. Si quieres salir de tiendas y ambiente no lo recomiendo es para estar super tranquilo el pueblo no tiene tiene mucha cosa pero de verdad q es entrañable y puedes ver cosas q normalmente no puedes ver tipo monumentos antiguos o su iglesia porque el pueblo es historico y tiene 55 habitantes todo el año. El pueblo tiene una visita muy recomendable por el Sr. Josep Esteve q esta muy bien Muy recomendable si quieres desconectar de todo vivir entre montañas comida casera un buen Spa y tranquilidad total.

Nos ha gustado mucho, y muy amables.

Una maravilla! El personal estupendo, las instalaciones perfectas y muy limpias. La comida excelente! Para repetir. Esta un poco apartado de todo. Pero es ideal para desconectar de la ciudad.

Hemos estado esta semana. Hotel para relajarse, lo que uno necesita para huir de la rutina, en un ambiente tranquilo, los empleados del hotel majisimos todos, la comida fantástica y mires donde mires todo super limpio. Un 10 para turismo rural.

Una pena que estuviese cerrado el lunes. Una buena opción de alojamiento.

Un sitio donde ir a relajarte y pasar uno o dos días desconectando de todo. Situado en un pueblo de 50 habitantes con un spa para los clientes en el que puedes pasar todo el tiempo que quieras. Si puedes ir un finde que no sea puente o festivo mejor, ya que puedes disfrutar del spa de forma má srelajada sin gente. No hay ni cobertura de Vodafone ni Movistar (eso si, hay Wi-Fi del hotel), cosa que se agradece de vez en cuando. Como punto negativo a cena, que deja mucho que desear. Si vuelvo lo pillaría sin cena y preferiría cenar en el bar del pueblo.

Las Cuevas de Cañart, sin duda un mágico lugar en el cual perderte en la naturaleza, disfrutar de la calma y el relax que ofrece su entorno y cómo no, disfrutar de la buena comida y una relajante sesión de Spa en el Hotel Don Íñigo de Aragón.

Para todo aquel que busca desconectar de la rutina, nada mejor que visitar Las Cuevas de Cañart, pequeño pueblo del Maestrazgo rodeado de naturaleza en el cual posteriormente podrán alojarse en el Hotel Don Íñigo de Aragón, con habitaciones rústicas, comida casera tradicional y piscina con Spá, sauna, baño turco y más servicios.