Parador de Alcañiz

Hotel

Lugar muy acogedor ubicado en un castillo. Personal muy atento restaurante comida bien cocinada no es barato. Nos ha gustado lastima que Alcañiz no tiene nada más importante para ver.

Un edificio espectacular. El enclave es inmejorable. Habitaciones amplias y confortables. Desde la habitación las vistas son impresionantes. El personal muy amable.

La habitación 305 (grado Superior) fue fantástica, con una cama con dosel y múltiples ventanas con doble aspecto de gran alcance vistas sobre el campo y la ciudad abajo. El bar/cafetería y el patio, eran grandes para relajarse, pero yo estaba esperando para la mejor de las opciones de desayuno. La vergüenza no había prácticamente ninguna conexión Wi-Fi gratuita, excepto por una señal baja cerca de la recepción.

Paramos un rato para tomar un café y disfruta de las vistas. Merece la pena subir hasta aquí. El trato en la cafetería muy bueno, como era de esperar. Ambiente tranquilo y los detalles típicos en Paradores.

¡ hermosa habitación y ubicación histórica! Excelente servicio al cliente.

Me senté en la terraza durante 20 minutos y no se sirve, entonces me fui.

Solo fue visita no estancia. Enclave estupendo. Bien conservado. Tranquilo.

Muy lindo, al cruzar sus puertas se siente una sensación de ser transportado a la época… Las habitaciones muy cómodas y buen servicio. Además, Alcañiz, precioso. Vale la pena una escapada.

Impresionante y hermoso el edificio, rehabilitado de hace pocos años. Las habitaciones y baños muy amplios, con magnificas vistas a la ciudad. Amplio aparcamiento, donde te puedes encontrar con coches deportivos de lujo. Profesionalidad y amabilidad del personal. El salón comedor muy grande y la comida espectacular. El salón del desayuno muy acogedor con desayuno buffet, todo muy rico.

Punto de peregrinaje obligado en una visita a Alcañiz. Jardines muy cuidados y todo rehabilitado hace pocos años. La cafeteríaconservas pinturas originales del castillo. Previos elevados como es de esperar en Paradores de este tipo. En el parking es fácil encontrar deportivos de gran lujo debido a la cercanía al circuito de Motorland.

El edificio del Parador vale la pena un viaje por su cuenta. La industria hotelera satisface las altas expectativas. Gastronómicamente, no tienes que estar aquí.

Me encanta este Parador. Está bien situado, cerca del centro histórico de la ciudad. Es cómodo, tiene un gran personal, muy buena comida y restaurantes, grandes salones, un excelente bar. Para colmo, un recorrido histórico magnífico, de las piezas no generalmente abiertas al público, que es muy interesante. Me he alojado dos veces. Voy a volver.

Parador Nacional de primer nivel. Castillo precioso terminado en el siglo XVII. El restaurante impresionante.

Al llegar nos estaban esperando. Nos recibieron con amabilidad, mucha calidez y profesionalidad. El parador es hermoso, y la habitación es correcta con todo lo necesario. Recomendable.

Un edificio histórico muy bien conservado y bien situado. Buen servicio y preciosas estancias.

Platos originales a la par que deliciosos.

Hermoso e histórico lugar. El precio es decente y las vistas y el servicio son increíbles.

Precioso Parador, excelentemente situado y ubicado en un edificio histórico (castillo de la orden de Calatrava), como tantos Paradores. Magnificas instalaciones, excelente trato y muy buen servicio. Muy interesante su visita.

Excelente. La gastronomía, el trato del servicio, eficaz y muy personal. Y el marco, incomparable. Gracias, Saludos y Feliz Navidad.

Preciosa ubicación. Buenas instalaciones. Buen servicio y trato. Ideal para una escapada.

Magnífico enclave, Castillo Calatravo con Torre y Claustro con pinturas conservadas. Restaurante de mucha calidad. Sitio ideal para el descanso, punto de partida y llegada de rutas por la comarca del Matarraña y Maestrazgo.

Debe ser un buen lugar para alojarse. Un hotel con un montón de estrellas, para los viajeros de negocios de clase.

Súper amables tanto en recepción como en el restaurante, la habitación muy limpia y la comida fenomenal. Lo recomiendo, nos ha encantado. Y recomiendo también la visita guiada por la torre del homenaje, el guía es una pasada.

¡ Una estancia maravillosa en un Parador!

Excelente ubicación, como todos los Paradors. No hay nada que decir sobre el servicio en el Hotel. Cama incómoda, habitación necesita limpieza profunda, pero hay mucho que ver en el casco antiguo!

Habitaciones con vistas. Personal atento. Lugares bonitos cerca y melocotones de Calanda estupendos. (En su época).

Restaurante en un lugar precioso. Sin embargo la comida muy simple y nada innovadora. Buena pero muy mejorable.

La ubicación es genial en pleno centro de alcañiz, el servicio muy atento y muy rápido, en un día de mucho jaleo la atención fue exquisita al igual que La comida, todo acompaña a la perfección simplemente un lugar muy recomendable al que espero volver el próximo año.

Muy agradable y buena comida.

Estuvimos en una celebración de bodas de oro y el menú fue muy bueno. Desde los entrantes hasta el postre. Para repetir. La única pega es que son un poco lentos.

Restaurante: Acogedor, tranquilo y elefante. Caro, prepara el bolsillo. El servicio muy bueno, atentos y educados. La comida buena, pero yo NO recomiendo el solomillo. Un lugar idóneo para una cena romántica con tu pareja.

Fuimos al restaurante. La comida buenisima la verdad. Nada cargante y deliciosa. Una muy buena experiencia!

Gran Hotel en un castillo.

Mejorable. Habitaciones típicas con mueble castellano y suelos cerámicos. Baños si están reformados. Restauración: restaurante caro para lo que ofrece. Típico menú Parador pero en este caso falto de calidad y servicio en sala justo. Cafetería aceptable para tomar algo rápido. Edificio singular y vistas excepcionales, pero eso no debe ser todo…

El Parador está en lo más alto de Alcañiz, el inconveniente es que hay una cuesta media para subir desde el pueblo que se sube en unos 10 minutos sin problema, no hay transporte público hasta arriba. Sólo en agosto sube un tren turístico. El Parador es de cuatro estrellas y la verdad es que está muy bien es muy tranquilo, el aparcamiento es muy espacioso, tiene cafetería con terraza en el patio muy agradable. Merece la pena la visita guiada a la ciudad, ya que se recorren parte de los pasadizos, un nevero y la iglesia del castillo que solo se puede ver con guía.

Bonito lugar con una bonita vista.
Un hermoso hotel en un entorno precioso.
Cenamos en la antigua sala de armas en un entorno histórico.

Magnífico restaurante. Desayuno impresionante, a la altura de Paradores. Ubicado en la cima de un monte con vistas inmejorables de la zona.

El parador es un hotel vastante bonito para poder visitar y en calidad precio esta bien.

Si quieres tener sitio para superbikes. Mejor con muchos meses de antelación. El sitio es precioso. Merece la pena pasar una noche allí.

Tuve la Oportunidad hace unos 40 Años para quedarse, simplemente genial.

Vista e interiores magníficos.

Lugar de una serena tranquilidad, trato profesional, con un entorno próximo muy agradable.

Decidimos celebrar nuestra boda en Alcañiz, con un pequeño grupo de amigos. Queríamos ir a comer a un sitio especial, que no sólo ofreciera una buena carta, sino que también dispusiera de buenas vistas. Elegimos el parador de Alcañiz porque las vistas desde el castillo en un día despejado son espectaculares, y porque el edificio y los salones son muy bonitos. Esperábamos disfrutar de la cocina aragonesa en el restaurante, conocido el cuidado que Paradores pone en la gastronomía que ofrecen. El personal de recepción nos ofreció diferentes opciones de menú para grupos, entre ellas el menú especial de navidades, que incluía seis tipos de primeros, segundos y postres, a elegir dos de ellos. También incluía el vino (un Rioja reserva 2004), una copa de cava y dulces navideños. Escogimos los entrantes fríos y calientes para comenzar, con gran variedad de ingredientes, de segundo el solomillo con roquefort y verduritas y el ternasco al horno, y de postre la pirámide de chocolate con salsa de naranja. Todos y cada uno de los platos resultaron ser un maridaje perfecto entre tradición e innovación, sin olvidar el equilibrio de sabores, a destacar especialmente el ternasco asado, aderezado con romero. El personal fue en todo momento atento y agradable, y debido a que era viernes y en noviembre, casi dispusimos del salón para nosotros solos.