La Posada del Recovero

Hostal o pensión

Pensión en un pueblo con encanto, amable bienvenida por Verónica. Desayuno a 3 euros correcto pero servido sólo a partir de las 9:30 a. M. Comidas posibles por la noche, buenos platos servidos y cocinados por el anfitrión. Habitación, bueno, cabecero de madera, sin aire acondicionado, ventilador. Piscina municipal a la salida del pueblo, obras de arte para descubrir mientras camina en el pueblo. Una buena dirección.

Familiar, romántico, tranquilo, casero. Lo tiene todo. Y el pueblo es una verdadera maravilla. Es un pueblo museo. Recomendado.

Merece la pena visitar este precioso pueblo y alojarse en este hostal. Amabilisimos.

El desayuno es bueno pero la cena no. La habitación incómoda. No vale el precio que pagas.

La casa es bonita. Las habitaciones limpias y la cama agradable. Pero la comida carísima y pobre. Carta pobre. Pedimos albóndigas y salchichas al vino con refresco y la friolera de 20 euros. Cerca esta el Refugio que tiene tapas buenísimas y muy baratas. El señor que regenta la posada es muy seco. No te sientes como en casa.

Es un alojamiento rural en un pueblo precioso. Las habitaciones son correctas sin mucho lujo. Sirven comidas de cocina tradicional. En cuanto a relación cálidas/ precio el establecimiento es totalmente recomendable. El único defecto importante es la insuficiencia iluminación artificial de las habitaciones.

Un pueblecito super tranquilo y con muchas obras de arte por ver nos encanto!

Precioso lugar con trato super familiar Me encanto La Posada.

Bonito pueblo, el entorno es espectacular, eso sí hay que venir preparado para las cuestas en el pueblo y las curvas en la carretera. No hay cajeros ni gasolineras. Los dueños muy amables y el trato inmejorable, como en casa. Nosotros estuvimos en uno de los apartamentos. Repetiremos seguro.

Encantador sitio para pasar la noche en el Valle del Genal.

Si buscas un pueblo apacible y acogedor es un buen sitio.

Muy amables y buena comida.

Bien situado. Verónica la propietaria es muy amable.

Veronica e Isabel, hemos estado como em casa. Gracias.

Reservé una habitación en este alojamiento, tras ver en su página las bonitas habitaciones que tiene y los buenos comentarios en general. Cuando llegué al establecimiento me alojaron en otro distinto del mismo pueblo, en una habitación muy deficiente, con muebles escasos, viejos y desparejados; carente de calefacción, además de no muy buena limpieza. Sin ninguna aclaración, disculpa ni explicación. Me sentí estafado. Ante mi protesta, dijeron algo de un supuesto error. Lo correcto hubiera sido no admitir mi reserva si ya no tenían habitaciones libres, o haberme dado explicaciones y soluciones satisfactorias antes de que yo protestara. Si no lo hubiera hecho, se habrían quedado tan panchos… Nos devolvieron el dinero, pero la escapada ya perdió su encanto…

Estuvimos en semana santa. Pueblo estupendo para desconectar, muy bonito y su gente estupenda. La posada super bien muy limpio y acogedor. Veronica e Isabel estupendas, desayuno y comidas muy ricas sin duda si podemos volveremos a ir.

Hemos estado un fin de semana estupendo. Ya el pueblo y su arte merecen una visita. Y a eso hay que añadir sus gentes, especialmente Vero y compañía, de trato cercano, educado y acogedor al máximo. La Posada con los elementos necesarios para estar cómodos y la comida inmejorable. Para repetir siempre que se pueda. Carmen.

Trato muy familiar y ambiente agradable. Perfecto para desconectar. Han acabado la carretera que une a Estepona.

El lugar es muy tranquilo, al menos entre semana de febrero (normal porque hace mucho frío y lo que es ver el pueblo se hace en un rato). Había sólo otra pareja hospedada, sin embargo en la planta baja o en la puerta de la posada siempre había alguien del pueblo, lo que le daba vida al lugar. La encargada, Isabel, ha sido muy amable y servicial, siempre sabiendo estar al margen. El desayuno sin mucha variedad, pero la cantidad que quieras y todo de buena calidad. La cena tambien, platos 100% caseros y de precio normal. Muy buena calidad en ese aspecto. La única pega pudo ser la habitación: muy fría y no especialmente bonita, y con baño muy básico, una ducha mini… La tele muy mala… El frio se solvento con un radiador de aceite (teniendolo puesto algunas horas) No había secador y nosotros no llevábamos, pero Isabel nos dejó uno que deben de tener para esos menesteres. La experiencia muy buena para desconectar, sin grandes lujos, pero cumpliendo con su cometido todo.

El pueblo muy bonito con encanto y la chica de la posada nos ha tratado muy bien, la comida exquisita. El unico inconveniente es que si no tienes un sueño profundo las campanas de la iglesia suenan las 24 horas del dia.

Me ha encantado, el lugar es perfecto para ir en familia y el personal es de lo mas atento. Estuve en Junio un fin de semana y pronto me gustaría volver. Los niños se pueden pasar el día jugando por el pueblo con la tranquilidad de que es un pueblo muy seguro, además de limpio. La gente es bastante amable y en la posada puedes tomar unas cañas y comer por un precio muy económico. Tambien el personal te informa de las rutas de senderismo que puedes hacer pues el entorno es una maravilla. Lo recomiendo.

El personal amable pero no se adaptan a las necesidades de los clientes en cuanto a que no tiene tapas de algunas cosas como tortilla y no te la ponen: Tiene que ser una entera. Ademas no hacen la habitacion ni tienes gel en el baño. PAra ser un hotel familiar el trato era muy lejano.