Villa Turística de Laujar de Andarax

Villa

Lugar espectacular. No hace falta salir del hotel para disfrutar. Tiene de tooodo, pista de tenis, caballos, corral, huerto, miradores, varios senderos y una piscina estupenda. El servicio de restaurante y las habitaciones buenisimos. La comida nos ha encantado. Todo ha sido positivo y maravilloso. Repetiremos en cuanto podamos. Recomendable para descansar y disfrutar.

Precioso limpio y personal amable.

El lugar es precioso. Me encantan los apartamentos, las vistas, la piscina. Hay muchos jardines y bancos para ver las vistas, hay un establo, pista de tenis etcétera. El restaurante pone muy buena comida. La única pega que le pongo es que los colchones aquí y en los demás hoteles de la misma cadena son muy malas. Me hizo mucho daño a la espalda y me costó un poco dormir.

Bien, un lugar bien cuidado y con buen servicio. Ideal para venir en familia.

Sitio expectacular me encanto la tranquilidad escuchando los pájaros mucha vegetación la comida muy buena y desayuno Buffet también Ideal para conocer k zona de Alpujarra de ALMERÍA una gran desconocida con muchos senderos muy positivo tiene nevera ahora para el calor No le dado toda la Puntuación porque falta detalles la piscina no tenía hamacas la terraza de la habitacion no tiene para sentarse ni una cuerda de tendero y la 405 nïo llegaba el Wi-Fi Pero haciendo wsas cosillas de no mucho coste sera de sobresaliente lo recomiendo y volveré pronto me encanta Laujar de Andarax.

Tiene una pinta increíble en un lugar precioso en la sierra. Tiene piscina, acceso a sillas de ruedas y te atienden estupendamente.

Muy buen establecimiento rural con habitaciones muy limpias y bien dotadas e individuales como aoartamentos en medio de naturaleza el restaurante muy bueno comidas caseras y el personal muy agradable y eficiente. Sitio muy recomendable para desconestar para practicar senderismos y estar en plena naturaleza.

No le doy cinco estrellas solo por el motivo de que las paredes de una avitacion a la otra parecen de papel, se escuchaba todo lo que hablaban y hacian los vecinos, Una anécdota fue sobre las una de la noche la pareja de al lado practicando sexo parecia que estaban en nuestra habitación. Por todo lo demás muy bien, un lugar para desconectar de la rutina y comer bien. La mujer que nos atendio en el restaurante muy amable y servicial.

Muy buena localización Un remanso de paz El desayuno aceptable, pero con muy poco más podría mejorarse para ser saludable: podrían incorporar yogurt natural y sin azúcar ni edulcorantes, también podrán tener huevos fritos, la tortilla de patata recién hecha (estaba tan fría que incluso parecía descongelada) no habían ciruelas ni frutos secos, y el café era un caldo intomable. Tuvimos que pagar para que nos sirvieran café express de la cafetería. Pero las habitaciones muy cómodas, aunque una lastima no tener un simple sillón para disfrutar de la terraza. Los colchones tan blandos que parece que vas en barco.

No me gusta. La comida pésima, pedí de postre leche frita y vino con sabor de gazon (pescado)

! estupendo! Un lugar relajante con un paisaje idílico, comodisimo, y… una atención inmejorable. Ahhhhh! y no veas cómo es su comida! Platos caseros muy bien cocinados.! un diez por sus camareros! Volveré!

Situado en un paraje maravilloso. Buen servicio, buen precio y muy familiar.

Sitio tranquilo, agradable, bucólico incluso. Vas a encontrar también amabilidad en el trato y unos precios razonables. Habitaciones amplias y limpias con terrazas que prometen bonitos atardeceres contemplativos.

Precioso lugar, una maravilla salvo por el trato a personas con discapacidad. Las villas adaptadas están cuesta arriba u lejísimos de la recepción sin posibilidad de acceder con el coche, el baño deprimente, el asiento de la ducha es una silla de bar y un cubo de fregona para recoger el agua que llega a la habitación si no la vas recogiendo. Una pena.

Fabuloso. Buena ubicación, estudio amplio, limpio y con vistas. Tranquilidad, buen trato y excelente comida.

Lugar tranquilo y apacible, ideal para desconectar.

Es una Villa preciosa con vistas increibles a la sierra. La atencion inmejorable.

Lugar tranquilo y agradable. Habitación amplia aunque un poco desfasada en mobiliario y decoracion. Si bien su tamaño generoso suple esto. No estaría mal una pequeña nevera en la misma. Si regreso por la zona de turismo, sin duda tendría la Villa en cuenta y la recomendaría para venir. Me ha gustado el entorno que han creado alrededor de las habitaciones. En el tema de la cocina, decir que solo comimos el día que llegamos y las raciones eran buenas y generosas en cantidad. La relación precio calidad excelente.

Me dijeron que es un hotel muy tranquilo y por eso lo contraté, mi desilusión fue total, una fiesta en la zona de recepción que duró hasta las 3 de la mañana, llame a las 2 de la mañana para indicar que no es normal tener la música a todo trapo y me indicó el recepcionista que todavía quedaba un buen rato para que terminase. Me pusieron en una habitación bastante antigua en cuanto a mobiliario se refiere y muy mal insonorizada ya que en todo momento se podía escuchar las conversaciones de los vecinos y los movimientos de sillas que ellos hacían. La limpieza deja mucho que desear, las toallas deberían de cambiarlas a diario. Sobre las cenas y desayunos buena calidad/precio, solo opinar el buen trabajo que realizan los camareros, trato cordial, y el entorno espectacular.

Bonito paraje con vistas preciosas de la Alpujarra almeriense. Piscina y restaurante bien servido y comida asequible.

Muy bien servicio, habitaciones amplias, buenos menús y buen desayuno buffet. El entorno maravilloso y perfecto para relajarse. Lo peor, las camas, necesitan un cambio urgente, están muy blandas.

El Hotel se encuentra del pueblo a unos 600 metros por una carretera un poco peculiar, cuesta arriba en modo de zig zags, transmitiendo una impresión negativa del lugar a donde te diriges, no así cuando visualizas la entrada a la Villa, respiras tranquilidad. Sugerencia: creo que el director de este hotel debería proponer al Alcalde la incorporación de acerado e iluminación de esos 600 metros que mata ese paisaje tan descuidado, seguro que ganaría otro aspecto mucho más elegante, pudiéndose ir andando con tranquilidad al pueblo y dando una imagen diferente. Estuvimos 4 noches a media pensión magníficas, limpieza, buena comida y una piscina fantástica. Es un lugar encantador para descansar y desconectar del estrés que llevamos hoy día. El personal, especialmente los chicos que atienden en el restaurante, son muy trabajadores y atentos haciendo que tu estancia sea lo más confortable posible. Desayuno buffet gran variedad, cena menú a elegir entre tres primeros, tres segundos y tres postres, con un entrante. Buena señal Wifi y aparcamiento gratuito dentro del recinto. En el pueblo realmente hay poco que ver, pero merece la pena ir a esta Villa.

Está ubicado en una tranquila zona de la Alpujarra. Ideal para descansar y gozar de buena comida. Las villas son acogedoras aunque sin algunos servicios como Wi-Fi o nevera (unas pocas sí tienen nevera según me comentaron). En cualquier caso, pequeños detalles. A destacar la atención del personal que destilan cercanía y amabilidad. Los niños pueden disfrutar de pequeños paseos a caballo en la propia Villa y la piscina incluso en agosto no está excesivamente concurrida. Edición 2017: Ahora ya hay Wi-Fi pero con un rendimiento tan bajo (al menos en la villa en la que me alojé) que casi mejor obviarlo. Por desgracia los caballos ya no están, un chasco para mi hija.

Un hotel excelente y lleno de detalles, como el tener la habitación fresquita, con el aire acondicionado funcionando cuando llegas la primera vez a la habitación. El desayuno era a las 8.30; como teníamos que salir a las 7 nos prepararon café, zumo y croissant a esa hora. Excelente relación calidad/precio. Un lugar para volver.

Estupendo, buena ubicación, buen servicio, buena atención, buena comida. 100% recomendado.

Calidad/precio bastante bueno, buenas instalaciones, servicio agradable, para estar unos días relajados. Muy recomendable.

Recientemente reformada, la Villa y sus habitaciones, resultan muy agradables y acogedoras. Ideales para una larga estancia en la que se busque naturaleza, gastronomía y tranquilidad. Si bien estaba llena y había familias con niños pequeños, el conjunto está bien insonorizado y la generos amplitud de espacios, la distancia entre las villas, etc. Contribuyen a mantener la calma. El personal es agradable y dispuesto. Es una pena únicamente que no pongan más cariño en conocer sus propios recursos turísticos, en especial, la gastronomía de la tierra y sobre todo sus excelentes vinos, siendo estos un activo de primer orden en el territorio. Si bien hay buena voluntad en todo el equipo, tanto en recepción como en restaurante, adolecen de formación. Un poco más de atención a las añadas de los vinos blancos, que están generalmente fuera de su momento óptimo de consumo y un poco más de mimo en las comidas (servicio y elaboración), y lo bordarían.