Hospederia la Era

Albergue

Davinia y Raúl un tándem fantástico que hacen de su hogar un alojamiento perfecto. Gracias pareja por ser como sois.

Lugar tranquilo y lleno de encanto, desayuno ECO de diez. Gracias a Raúl y Davinia por el trato familiar. 100×100 recomendable.

Magnífico en todos los sentidos, unos anfitriones encantadores, un hotel precioso, limpio, tranquilo. Un desayuno superior. Ni una pega.

Ni una pega. Empezando por el grato recibimiento de Raul, preciosa habitación con la sorpresa de tener como cabecera poesía de nuestro Federico, el confort del mobiliario y la limpieza pues… un 10! El desayuno que nos hicieron Davinia y Raul, una exquisitez, sano, completo y ecológico, no se puede pedir mas. Un lugar en el marco de paz y relax, en el pueblo pero fuera de el, una maravilla! Gracias anfitriones!

El Hotel tiene una atmósfera especial, que lo convierte en extraordinario.
Davinia y Raúl son entrañables y hacen que tu estancia sea inolvidable.
Y que decir de los desayunos y cenas, son superlativos.
Hay dos clases de personas en el mundo, los que pasamos por La Era y los que todavía no la conocen.
Volveremos!

Casa rural que te va a sorprender desde que entras por la entrada, la amabilidad de Davinia y Raúl, que desde el primer momento te hacen sentir como en casa. Sorprendentes los desayunos. Sin duda una casa rural muy recomendable.

Maravilloso. El edificio y la decoración me han encantado, te transporta a otra época, muy conseguido. Reina la tranquilidad y la falta de ruidos. La gastronomía estupenda, productos ecológicos de muy buena calidad y con una elaboración y presentación exquisitas. El desayuno fantástico. Y lo mejor, el trato amable de Davinia y Raúl que hacen posible que todo funcione así de bien. Muchas gracias y espero volver.

Hermoso, lugar tranquilo.
Muy buena hospitalidad.

Una estancia absolutamente maravillosa, un pequeño parche de paz entre las colinas de olivo. Fuimos recibidos, alimentados y alojados en el lujo amistoso. La comida casera orgánica era deliciosa. La casa es brillantemente construida, cada habitación es espaciosa con un toque especial, decorado con cuidado y atención al detalle. Gran base para descubrir esta hermosa región.
Por último, pero no menos importante estas camas más cómodas y el silencio del campo permitió un sueño maravillosamente profundo.

No se puede calificar el hotel de Raúl y Davinia de menos de 5 estrellas. Lujosas y excelentes habitaciones, preciosa piscina refrescante y desayuno casero realzado con aceites de oliva ecológicos locales.

Un lugar irrepetible para repetir. Encantados con el trato. Nos hemos sentidos como en casa. Y los desayunos un descubrimiento. Seguid así, y muchas gracias pareja.

Una hospederia excelente, muy buen gusto en la decoracion y sobre todo el trato de raul y davinia es increible, la comida una pasada, lo recomiendo 100%

Es u. Lugar precioso tranquilo y las persona muy amable te ciente en. Familia espero volver pronto.

Lugar confortable y tranquilo, ideal para descansar y desconectar de las ciudades. Comida deliciosa y sana. Trato muy atento, profesional y cercano.

Alojamiento fabuloso, tranquilo, familiar, detallista. Desayuno muy bueno de productos caseros y ecologicos. Fantastisches Hotel, serh gemuetlich, ruhig und familier. Der Früstuck ist mit frische bio produckte und Hausgemacht.

Simplemente estupendo. El entorno es una maravilla, digno de visitar y conocer. Almedinilla, un gran descubrimiento, al igual que los pueblos de la zona. La Hospedería es un lugar donde desconectar del ruido del día a día y conectar con lo sencillo y lo natural, tanto por la decoración rústica como por la maravillosa comida que sirven Davinia y Raúl. Desde el primer momento, la atención ha sido estupenda por su parte, explicándonos al detalle qué podíamos ver por la zona. Sus productos ecológicos son una maravilla.

Lugar tranquilo y muy acogedor. Habitaciones muy limpias y espaciosas, camas de suaves sabanas y colchones comodísimos. Destinos espectaculares con fruta autóctona ecológica, pan, mermeladas caseras, aceite, café buenísimo. Y todo con la amabilidad de RAÚL y DAVINIA, perfectos y encantadores anfitriones. Es el lugar perfecto para desconectar, lejos del mundanal ruido.

Nos alojamos allí dos veces. Davinia y Raúl son los anfitriones perfectos. Las habitaciones son preciosas, la comida perfecta. Sin duda volveremos a visitarlo!

Tuvimos un tiempo fantástico aquí. Hermosa habitación, paisaje maravilloso, gente muy amable y un hotel de cinco estrellas el desayuno cada mañana!

Una brillante hotel boutique situado en una histórica cortija dirigido por un muy amable y encantadora pareja. Bonitas habitaciones, una agradable piscina y maravillosa casa crecido y hecho en casa comida gourmet preparada por un chef maestro Se lo recomiendo a los amigos y la familia y volver una y otra vez.

La Hospedería La Era fue uno de los aspectos más destacados de nuestro viaje de tres semanas a España. Esta parte de Andalucía es a menudo pasado por alto por la gente corriendo de la costa a las ciudades, pero es seguro que se descubrió pronto, así que mi consejo es ir antes de que la palabra sale, aunque me gustaría que el área de la estancia prístina y fuera de los caminos trillados. Almedinilla es una buena base para visitar Priego de Córdoba y de la hermosa campiña del sur de la provincia de Córdoba. Fue muy agradable estar allí en la temporada baja. El L'Era, parecía como algo de una época pasada, como una parada de autobús para el 19 de viajeros del siglo en la cúspide de la española y la árabe mundos. A nuestra llegada en diciembre de 2013, Davinia y Raúl nos dio una cálida bienvenida y nos trajo la comida deliciosa, de la que disfrutamos en una rústica mesa calienta por debajo de las brasas en un brasero. Nuestra habitación doble era muy confortables, el comedor exquisita, y todo inn cuidadosamente equipada y restaurada en consonancia con la cultura de la región. Su cultivados localmente, alimentos orgánicos (Raúl es el chef) fue de manera creativa y magníficamente preparados.

Estuvimos tres noches dos parejas en este hotel rural y la estancia ha resultado una maravilla. Especialmente por el esfuerzo que hacen Davinia y Raul para que ello sea asi. No solo por los desayunos inmejorables y las cenas impresionantes por la variedad de platos. Tambien por la exquisita decoracion del lugar, que lo hace muy acogedor. Quiero recalcar tambien la calidad de los productos empleados en todas las comidas que hicimos. Calentarse en la chimenea del salon mientras disfrutas de los profundos conocimientos de los dueños de la casa sobre el aceite que se fabrica en los alrededores es algo memorable. Tambien nos aconsejaron muy bien sobre sitios a visitar. Y he de hacer notar que tanto la Villa Romana como el poblado Ibero merecen la pena ser visitados y son otro aliciente para ir a este precioso pueblo. Es dificil encontrar un sitio donde no falta un detalle.