El hotel es generalmente decente. En cada planta, las habitaciones lejanas desde el ascensor (desde la playa) tienen una zona aumentada, ya que están diseñadas para personas con movilidad reducida. Buena ubicación — hay un supermercado, pubs y restaurantes cerca.
El hotel tiene una pequeña piscina con suficientes tumbonas y una zona para niños cercada, que es una piscina separada para los niños pequeños como tal está ausente, lo que es un gran inconveniente. Hay tumbonas gratuitas en la playa. Al lado del hotel hay una playa con tumbonas de pago y un lugar para alojarse sin tumbonas, que estábamos bastante satisfechos con. Una gran desventaja de este hotel es la ubicación a ambos lados de la misma a una distancia bastante cercana de otros edificios de gran altura en el que durante toda nuestra estancia fue reparado (nuestra habitación 210), que comenzó en la madrugada — alrededor de 7 horas. No hay hervidor de agua en las habitaciones. Los interruptores de iluminación de la habitación están en el cabecero de la cama a la altura de la cabeza y, en consecuencia, por la noche, la habitación enciende periódicamente la iluminación. En la habitación 210, además de todo esto fluyó desde el techo de agua, cuando los inquilinos de las habitaciones superiores tomó una ducha, que fue repetidamente reportado en la recepción, pero las medidas no se tomaron y los inquilinos que vinieron en nuestro lugar de nuevo se encontraron en condiciones similares.
Wi-Fi de pago (hay información errónea sobre Wi-Fi gratuito en Buckingham), y tampoco hay conexión Wi-Fi gratuita en la zona de recepción. El precio de alquilar una nevera era increíblemente caro — nos ahorraron por agua fría en el fregadero con un talón y productos frescos del supermercado enfrente.
El hotel tiene una pequeña piscina con suficientes tumbonas y una zona para niños cercada, que es una piscina separada para los niños pequeños como tal está ausente, lo que es un gran inconveniente. Hay tumbonas gratuitas en la playa. Al lado del hotel hay una playa con tumbonas de pago y un lugar para alojarse sin tumbonas, que estábamos bastante satisfechos con. Una gran desventaja de este hotel es la ubicación a ambos lados de la misma a una distancia bastante cercana de otros edificios de gran altura en el que durante toda nuestra estancia fue reparado (nuestra habitación 210), que comenzó en la madrugada — alrededor de 7 horas. No hay hervidor de agua en las habitaciones. Los interruptores de iluminación de la habitación están en el cabecero de la cama a la altura de la cabeza y, en consecuencia, por la noche, la habitación enciende periódicamente la iluminación. En la habitación 210, además de todo esto fluyó desde el techo de agua, cuando los inquilinos de las habitaciones superiores tomó una ducha, que fue repetidamente reportado en la recepción, pero las medidas no se tomaron y los inquilinos que vinieron en nuestro lugar de nuevo se encontraron en condiciones similares.
Wi-Fi de pago (hay información errónea sobre Wi-Fi gratuito en Buckingham), y tampoco hay conexión Wi-Fi gratuita en la zona de recepción. El precio de alquilar una nevera era increíblemente caro — nos ahorraron por agua fría en el fregadero con un talón y productos frescos del supermercado enfrente.