Hotel Peulla

Hotel

Es un lugar maravilloso, único, de gente muy amable y servicial …

Hermoso Hotel Patagónico con vistas al lago, deliciosa comida y excelente servicio.

Naturaleza maravillosa.
Lugar idílico para descansar.

Excelente lugar para desconectarse de todo, el personal y los servicios un 7, 0!

Pésima atención en recepción. Tiene instalaciones muy antiguas, falta renovarse y tener más variedad de comidas. No lo recomiendo para gente joven ya que no hay mucho que hacer.

Un lugar con la naturaleza en todo su esplendor. Desde que te embarcas para navegar el lago Todos los Santos hasta Peulla mismo. El hotel también excelente.

Muy hermosos paisajes de bosque nativo Virgen muy bueno el hotel. Muy atento el personal. Un muy buen paseo…

Final del cruce del Lago de Todos los Santos. Muy rústico. Buenas excursiones.

Excelente lugar para relajarse, en si la cocina debiese ser mas variada ya que el menu es bastante limitada y deja mucho que desear. Las habitaciones son excelentes y la limpieza de estas un 7. Deben indicar que el agua no es para consumo humano. El conclusion el lugar es para descansar a lo mas dos noches. El entorno es maravilloso por lo cual debieran pensar en tener mas avtividades y zonas de artesanías en la zona.

El lugar es maravilloso, es una pena desperdiciar toda la infraestructura y el paisaje con un restaurante que no está a la altura de las necesidades turísticas, un menú discreto y caro, un bar pobre y sin personal, así no dan ganas de regresar ni menos recomendarlo, sinceramente deseo que se invierta en mejorar estos detalles.

Sobre el restaurante… El peor de salmón que he ate! Expirado zanahorias, sucio y terrible servicio!

Puerto Rico Recepción-Bien
Habitación-Limpia y vista espectacular
Cocina (menú) pueden mejorar
Atención al cliente en Restaurantelamentablemente el mesero que nos atendió nos ignoró por espació de una hora; obviando nuestra mesa. Se nos orienta sobre la escasez de personal por estar en medio de la patagonia eso se entiende y fuimos mas que pacientes. Le dieron enfasis a los grupos grandes y nosotros como matrimonio nos dejaron para lo último. Presenté mi señalamiento de que es una falta de respeto como turista que ni siquiera ni agua nos ofrecieran y vimos como las ordenes ya habian sido servidas. Conste que no era yo la unica que llevo la queja. Mejoren actitud con los que llegan, entrenen a sus empleados no solo a servir comida, tambien a sentir que disfrutan lo que hacen, y sonreir se le agradece. No hay opciones de miscelaneos luego de la cena y la noche. No hay neverita, ni servicio de lavado para los viajeros solo empleados Pelulla es hermoso y vuelvo, aunque espero que en la proxima vuelta hayan corregido ciertas cosas que pueden mejorar para bien. Mi calificación es 4 y pudo ser cinco si eñ empleado de cafeteria no nos hubiera tratado como que nos existimos, de hecho se le pidio la cuenta se tardo en darla y luego nos pregunta si ya pagamos, cuando ni siquiera nos dio el boleto para pagar la cuenta.

El hotel Peulla es hermoso, sus alrededores espectaculares. La gente es atenta. Las zonas comunes las mantienen aseadas. Las habitaciones son cómodas. La ducha abundante y deliciosa. Su oportunidad de mejora está en el aseo, las sábanas sucias y manchadas, las toallas manchadas les falta mucho para ser suaves y blancas y el baño sucio. La comida es muy poca y un menú muy escaso. El desayuno sin fruta y jugos naturales.

El entorno es precioso, el Hotel es moderno muy espacioso hermosa vista sin embargo, el Hotel antiguo es más atractivo por su historia e infraestructura, le falta una buena mantención y no dejarlo que se percuda más con el abandono.
La habitación que nos dieron muy linda. El servicio de Recepcion, restaurant y mucamas muy buenas personas, de gentil y amable trato. El restaurant es su punto débil, precios muy caros para lo que ofrecen, no tienen la carta completa, las sopas las sirvan frías y sus comidas no son tradicionales ni tienen gran sabor. Bastante fome la comida.
Falta piscina temperada, un spa, masajes o tinajas de agua caliente ya que el entorno amerita algo así. Eso nos dio la impresión que es un hotel de paso, no para alojar como escapada romántica o de desconexión.
Se recomienda contratar excursiones y otras actividad durante tu estadía. Para nosotros dos días es lo máximo.

Me gustó las instalaciones y el trato pero el precio de los vinos está en las alturas.