El nuevo Rosewood en Phnom Penh es asombroso y cada pedacito de detalle brilla a través de la ciudad como un faro-de la estructura icónica donde está adentro a los interiores, a las obras de arte alrededor y a todo el paquete que exuda.
Las opciones gastronómicas son infinitas, las sensibilidades del diseño son un caramelo de ojo en cada rincón y el bombo que ha provocado es astronómico.
Es por eso que estaba horrorizado con uno de su personal femenino en el Sky bar al aire libre cuando pedí un Martini sucio y ella me miró fríamente en el ojo y dijo: "no tenemos… ¡ sólo ordene del menú! "Me quedé sorprendido por esta observación, así que pedí la primera cosa que veo… el jardín tónico, que fue probablemente el mayor error que he hecho en mi vida. Rosemary en la comida es increíble, pero en un cóctel, es malo.
Me niego a creer que mi primera experiencia en Rosewood será arruinada por Rosemary!
Así que entramos y decidimos preguntar al camarero yo si ella puede hacerme un sucio Martini… y el cielo se abrió cuando ella dijo que sí y minutos más tarde me entregó un magnífico vaso de Gin Martini sucio con la más deliciosa pieza de aceituna perforada a la perfección. Las manos abajo, fue la versión más increíble que he tenido en mi existencia. Volveré a Phnom Penh en un santiamén por esto.
Su restaurante japonés también era fantástico y seguramente volveremos por sus otras delicias gastronómicas en el piso 35.
Rosewood va a ir muy lejos con su llegada a Phnom Penh y está en el camino correcto a la excelencia… Acaba de deshacerse de ese tónico de jardín del menú y entrenar a su personal un poco más de la grandeza que son capaces de.
Las opciones gastronómicas son infinitas, las sensibilidades del diseño son un caramelo de ojo en cada rincón y el bombo que ha provocado es astronómico.
Es por eso que estaba horrorizado con uno de su personal femenino en el Sky bar al aire libre cuando pedí un Martini sucio y ella me miró fríamente en el ojo y dijo: "no tenemos… ¡ sólo ordene del menú! "Me quedé sorprendido por esta observación, así que pedí la primera cosa que veo… el jardín tónico, que fue probablemente el mayor error que he hecho en mi vida. Rosemary en la comida es increíble, pero en un cóctel, es malo.
Me niego a creer que mi primera experiencia en Rosewood será arruinada por Rosemary!
Así que entramos y decidimos preguntar al camarero yo si ella puede hacerme un sucio Martini… y el cielo se abrió cuando ella dijo que sí y minutos más tarde me entregó un magnífico vaso de Gin Martini sucio con la más deliciosa pieza de aceituna perforada a la perfección. Las manos abajo, fue la versión más increíble que he tenido en mi existencia. Volveré a Phnom Penh en un santiamén por esto.
Su restaurante japonés también era fantástico y seguramente volveremos por sus otras delicias gastronómicas en el piso 35.
Rosewood va a ir muy lejos con su llegada a Phnom Penh y está en el camino correcto a la excelencia… Acaba de deshacerse de ese tónico de jardín del menú y entrenar a su personal un poco más de la grandeza que son capaces de.