Este es un hotel muy bonito, con personal en su mayoría acogedor y servicial. Teníamos una habitación doble superior, y el espacio era amplio, perfecto para relajarse después de un día en el frío! Fue agradable y cálido en todo el Hotel, incluyendo la habitación, nunca necesitábamos para realmente encender la calefacción en nuestra habitación. El baño era excelente: gran baño confortable y ducha muy potente, sin escasez de agua caliente. Las amenidades son limitadas sin embargo: el champú genérico del cuerpo/del pelo fijado a la pared por el fregadero y la ducha, un pequeño tubo de loción corporal ineficaz, y un pequeño secador de pelo. El secador de pelo es del tipo donde tienes que mantener presionado el botón para mantenerlo funcionando, que me parece irritante, pero parecen ser comunes en los hoteles hoy en día. Si tiene dificultades con las manos (p. Ej. Artritis), es mejor traer la suya. En su mayor parte la habitación estaba tranquila, aunque un edificio estaba siendo demolido cerca que podíamos oír, pero que no puede ser ayudado. Sin embargo, presumiblemente pronto habrá un sitio de construcción allí, así que tal vez trate de pedir una habitación en la parte de atrás? (estábamos en el frente) aunque no sé cuánto va a llevar el sonido.
La ubicación es excelente: a 5 minutos del Rathaus y es gran mercado de Navidad (que es bastante turístico para ser honesto, pero vale la pena un vistazo ya que es muy grande, y tiene un montón de puestos de comida, así que un buen lugar para conseguir la cena que es más barato que un restaurante). Está a unos 10-15 minutos andando del barrio de los museos, que realmente disfrutamos, y tiene un mercado navideño mucho mejor extendido por varias calles. También a unos 10 minutos a pie se encuentra el Museo de historia natural, que definitivamente vale la pena ver, y tenía nuestro mercado navideño favorito, más pequeño, pero menos turístico (¡ menos concurrido! ) y con un ambiente encantador. Está a unos 15-20 minutos a pie del centro de la ciudad con el Palacio de Hofburg, la Catedral de San Esteban, etc. Así que puedes llegar a la mayoría de los lugares a pie. El Palacio Schronbrunn está más lejos, pero se puede tomar fácilmente el metro de la estación de Rathaus, que sólo nos llevó 30 minutos para llegar allí, y sin duda vale la pena el viaje.
A la vuelta de la esquina es una cafetería muy agradable, Eiles café, donde fuimos dos veces, y a la vuelta de la manzana es café & Friends que recomiendo encarecidamente si eres un fan de café. Fui allí cada mañana para mi espresso, y cada vez fue excelente, con amable (habla inglés) personal.
También está cerca de una pequeña tienda de comestibles, y un poco más grande SPAR si quieres comprar comida/bebida para tener en su habitación.
En Resumen, estábamos muy contentos con el Hotel y su ubicación. Mi única crítica realmente es que no había ningún café/té instalaciones en la habitación. Nos dijeron que en la salida que podíamos haber pedido que nos trajeron a nuestra habitación. Hubiera sido útil si nos habían dicho esto en el check-in, o si había habido alguna información en la habitación diciéndote que puedes solicitarlo. Pero de lo contrario, muy bueno.
La ubicación es excelente: a 5 minutos del Rathaus y es gran mercado de Navidad (que es bastante turístico para ser honesto, pero vale la pena un vistazo ya que es muy grande, y tiene un montón de puestos de comida, así que un buen lugar para conseguir la cena que es más barato que un restaurante). Está a unos 10-15 minutos andando del barrio de los museos, que realmente disfrutamos, y tiene un mercado navideño mucho mejor extendido por varias calles. También a unos 10 minutos a pie se encuentra el Museo de historia natural, que definitivamente vale la pena ver, y tenía nuestro mercado navideño favorito, más pequeño, pero menos turístico (¡ menos concurrido! ) y con un ambiente encantador. Está a unos 15-20 minutos a pie del centro de la ciudad con el Palacio de Hofburg, la Catedral de San Esteban, etc. Así que puedes llegar a la mayoría de los lugares a pie. El Palacio Schronbrunn está más lejos, pero se puede tomar fácilmente el metro de la estación de Rathaus, que sólo nos llevó 30 minutos para llegar allí, y sin duda vale la pena el viaje.
A la vuelta de la esquina es una cafetería muy agradable, Eiles café, donde fuimos dos veces, y a la vuelta de la manzana es café & Friends que recomiendo encarecidamente si eres un fan de café. Fui allí cada mañana para mi espresso, y cada vez fue excelente, con amable (habla inglés) personal.
También está cerca de una pequeña tienda de comestibles, y un poco más grande SPAR si quieres comprar comida/bebida para tener en su habitación.
En Resumen, estábamos muy contentos con el Hotel y su ubicación. Mi única crítica realmente es que no había ningún café/té instalaciones en la habitación. Nos dijeron que en la salida que podíamos haber pedido que nos trajeron a nuestra habitación. Hubiera sido útil si nos habían dicho esto en el check-in, o si había habido alguna información en la habitación diciéndote que puedes solicitarlo. Pero de lo contrario, muy bueno.