Nos alojamos en el Stamford de Boxing Day hasta principios de enero en sala 1314: una suite de reina en la "torre del oeste" con vistas a la calle Collins. Tuvimos familia está al mismo tiempo, aunque comprueban en el día de Nochebuena.
La habitación es espaciosa y dividido en dos ambientes divididos por un par de puertas correderas. Una habitación es un salón con cocina abierta equipada con una TV grande, minibar, lavavajillas, etc. Y el otro dormitorio con baño y una televisión más pequeño segundo.
El mini-bar era completamente abastecido, por lo que no hay mucho espacio para sus propias cosas, sin embargo estoy seguro de que usted podrá solicitar este vaciarse como usted pide ollas y sartenes si desea cocinar dentro del hotel, efectivamente convirtiendo el conjunto en un pequeño apartamento con servicio muy agradable. La nevera mini-bar no hizo notable ruido, a diferencia de en los hoteles más viejos.
La suite es muy cómoda, aunque como con la mayoría de estos hoteles no se puede abrir la ventana y el aire acondicionado es bastante ruidoso. Esto es una queja común con hoteles modernos, sin embargo el aire acondicionado no podría tomar la temperatura por debajo de 26 grados y aún cuando fuera de los orificios de ventilación de extracción en el baño era increíblemente ruidoso. Con el aire acondicionado apagado, la sala se convirtió rápidamente en caliente y congestionada, sin embargo con el aire acondicionado en la cama estaba cubierto de una fuerte brisa congelación (incluso con el nivel de ventilador en la posición más baja).
Además de las molestias durante el sueño es una pantalla táctil de la puerta para indicar "no molestar" o "por favor hacer sala" — tiene una super brillante luz azul de fondo que no no interruptor apagado y fácilmente mantiene el conjunto iluminado por la noche. Nos dimos cuenta cuando dejar a nuestra familia en el hotel que en su habitación de un huésped anterior había doblado un folleto del hotel sobre el panel, y nos adelantó e hizo lo mismo con los nuestros para salvar nuestra cordura.
El Stamford tiene una extraña política ambiental que puede recibir un gastos de $10 de descuento en los alimentos y bar (pero no mini-bar) para el día si dejas una tarjeta en su almohada que la limpieza no debe hacer la cama. Sin embargo (y totalmente ilógico para mí) limpieza todavía reemplaza todas las toallas y artículos de higiene personal de todos. Si utiliza una gota de champú, se sustituye la botella entera. Nos fuimos totalmente desconcertados por esto, como el uso de menos agua, detergentes y blanqueadores generalmente es de alta prioridad para la política ambiental de un hotel, y generalmente toallas sólo se reemplazan si solicitados o en la ducha o bañera.
Fuera de la habitación, la piscina es muy pequeña (más pequeña que la habitación) y a pesar del pequeño número de huéspedes podían considerarse "lleno".
Hablando de servicio, el personal amable, acogedor y servicial desde el momento que llegamos hasta el momento que nos fuimos. El ambiente típico de un poco formal pero relajado de Melburnian realmente viene vivo del personal del hotel y debe ser elogiadas.
El hotel situado en el extremo de 'Paris' supuesto de la ciudad, particularmente obvio cuando usted mira en este extremo de la calle de Collins y es muy seguro en la noche blanca igualmente cerca de tranvías, transporte público y aún a poca distancia de varios lugares de interés de Melbourne.
Si se les da la oportunidad, creo que alojaría de nuevo.
Me alojé diciembre de 2012-Enero de 2013, viajó en pareja.
La habitación es espaciosa y dividido en dos ambientes divididos por un par de puertas correderas. Una habitación es un salón con cocina abierta equipada con una TV grande, minibar, lavavajillas, etc. Y el otro dormitorio con baño y una televisión más pequeño segundo.
El mini-bar era completamente abastecido, por lo que no hay mucho espacio para sus propias cosas, sin embargo estoy seguro de que usted podrá solicitar este vaciarse como usted pide ollas y sartenes si desea cocinar dentro del hotel, efectivamente convirtiendo el conjunto en un pequeño apartamento con servicio muy agradable. La nevera mini-bar no hizo notable ruido, a diferencia de en los hoteles más viejos.
La suite es muy cómoda, aunque como con la mayoría de estos hoteles no se puede abrir la ventana y el aire acondicionado es bastante ruidoso. Esto es una queja común con hoteles modernos, sin embargo el aire acondicionado no podría tomar la temperatura por debajo de 26 grados y aún cuando fuera de los orificios de ventilación de extracción en el baño era increíblemente ruidoso. Con el aire acondicionado apagado, la sala se convirtió rápidamente en caliente y congestionada, sin embargo con el aire acondicionado en la cama estaba cubierto de una fuerte brisa congelación (incluso con el nivel de ventilador en la posición más baja).
Además de las molestias durante el sueño es una pantalla táctil de la puerta para indicar "no molestar" o "por favor hacer sala" — tiene una super brillante luz azul de fondo que no no interruptor apagado y fácilmente mantiene el conjunto iluminado por la noche. Nos dimos cuenta cuando dejar a nuestra familia en el hotel que en su habitación de un huésped anterior había doblado un folleto del hotel sobre el panel, y nos adelantó e hizo lo mismo con los nuestros para salvar nuestra cordura.
El Stamford tiene una extraña política ambiental que puede recibir un gastos de $10 de descuento en los alimentos y bar (pero no mini-bar) para el día si dejas una tarjeta en su almohada que la limpieza no debe hacer la cama. Sin embargo (y totalmente ilógico para mí) limpieza todavía reemplaza todas las toallas y artículos de higiene personal de todos. Si utiliza una gota de champú, se sustituye la botella entera. Nos fuimos totalmente desconcertados por esto, como el uso de menos agua, detergentes y blanqueadores generalmente es de alta prioridad para la política ambiental de un hotel, y generalmente toallas sólo se reemplazan si solicitados o en la ducha o bañera.
Fuera de la habitación, la piscina es muy pequeña (más pequeña que la habitación) y a pesar del pequeño número de huéspedes podían considerarse "lleno".
Hablando de servicio, el personal amable, acogedor y servicial desde el momento que llegamos hasta el momento que nos fuimos. El ambiente típico de un poco formal pero relajado de Melburnian realmente viene vivo del personal del hotel y debe ser elogiadas.
El hotel situado en el extremo de 'Paris' supuesto de la ciudad, particularmente obvio cuando usted mira en este extremo de la calle de Collins y es muy seguro en la noche blanca igualmente cerca de tranvías, transporte público y aún a poca distancia de varios lugares de interés de Melbourne.
Si se les da la oportunidad, creo que alojaría de nuevo.
Me alojé diciembre de 2012-Enero de 2013, viajó en pareja.