Comentario del La Campiña Club Hotel & Spa 4*

Es un hotel pensado, proyectado y construido sin preocuparse por los espacios o distancias que podían utilizar del bosque de espinos, algarrobo, caldenes y demás plantas autóctonas que se habían criado en el monte donde se lo estableció. Dicho monte fue sometido a una tala muy bien pensada generando espacios abiertos para el emplazamiento de las distintas construcciones que se concibieron, conservandose espacios o sectores en su estado original. El silencio y la tranquilidad del entorno es uno de los elementos que brinda el hotel y que si uno va en busca de ello realmente lo encuentra. Los espacios donde se prestan los distintos servicios están tan separados del edificio central, donde se aloja a los usuarios, que no generan molestias. El sector salón de conferencias o eventos dista del edificio principal a más de 500 metros de un jardín bajo muy bien cuidado. La zona de pileta o piscina al aire libre como el gimnasio esta a más de 400 metros del edificio principal, más cerca del sector de eventos que de las habitaciones. Más alejado aún, 700 metros esta el sector de práctica de deportes. El spa y las cocheras esta a 200 metros del edificio principal uno muy cerca del otro. En estos dos casos se accede por un camino empedrado que se transita por debajo de árboles autóctonos. El spa merece un comentario aparte, cuenta con una buena recepción un muy buen sector de cambiados con casillas individuales y con llave para cada visitante o usuario. Dentro de la casilla encuentra una bata, un toallon de dimensiones muy aceptables y pantuflas ensobradas en bolsas plásticas selladas técnicamente. Los vestidos, para hombre y para mujer, poseen duchas. Al lado de cada vestidor existen servicios sanitarios o baños. Al pasar al sector de la piscina temporada uno se encuentra con una habitación amplio de techos altos y totalmente vidriados, tres de sus cuatro paredes, lo cual permite observar el paisaje a la ves que disfruta de los hidromasajeadores que posee la pileta principal. En un extremos de la pileta o piscina hay un jacuzzi, con agua aún más caliente e hidromasajeadores dispuesto a la altura de la cintura y de los pies. Dentro de la pileta existe una cama de hidromasaje que personalmente recomiendo hacer uso de ella. Completa el spa el sector de masajes, relax y en piso superior un gimnasio para trabajar en forma específica algunos temas musculares. El edificio central está construido en dos plantas y en forma radial lo cual permite observar la vegetación autóctona y tener una muy buena vista desde cualquier habitación. Todos los pasillos interiores o de tránsito de los pasajeros son alfombrados priorizando el silencio. Las habitaciones son amplias, algunas más que otras, aún las más pequeñas son amplias y comidas. Las camas de muy buen tamaño, con somier en óptimas condiciones y un servicio de ropa blanca de muy buena calidad. Todo el mobiliario de la habitación es nuevo, hecho en madera y con un muy buen gusto. El moviliario no es suntuoso pero muy bien logrado. Las vías de acceso a las distintas áreas del hotel son muy buenas. La limpieza, se destaca en general. La carta de comidas no es muy amplia pero es de buena calidad, posee imaginación y posee precios normales.