Nos alojamos allí con nuestros niños (5 y 8 años) para un fin de semana en la temporada baja. El albergue juvenil no se encuentra a 2 minutos de la playa de arena fina y amplia. Perfecto para disfrutar rápidamente de un descanso en el mar Báltico. Nuestra habitación estaba amueblada con 2 camas de dos pisos, un armario, una pequeña mesa y 4 opciones de asientos. Todo lo que necesitas, pero ya no. El baño de al lado tenía un inodoro, ducha y lavabo. Los cortos intervalos de tiempo para el flujo de agua como con las Revercs de natación encontré bien en el fregadero. Al lavar el cabello y ducharse, sin embargo, el constante re-prensado me molestó poderosamente. Los intervalos deberían haber sido más largos. Pero todo estaba limpio y saludable, así que finalmente pude ver sobre él.
Que puede ser más fuerte a veces a través de las puertas de corazón de luz en la noche temprano no nos molestó. Eso es lo que hay que tener en cuentas.
El pequeño patio exterior con 2 mesas de ping pong y la mesa de billar en el interior resonó con nuestros niños especialmente en la noche, ya que estábamos en la carretera durante el día.
Las paradas de autobús están justo en frente del edificio y el carril bici también pasa la JH, un muy buen punto de partida para excursiones. El JH tiene un estacionamiento de pago con una barrera.
El desayuno era fresco, adecuado y bueno. Especialmente en el hermoso Conservatorio con vistas al patio de recreo disfrutamos mucho sentarse. Desde que habíamos reservado el almuerzo en la hora de comer, no era la comida caliente en la noche. Esa fue mi mayor crítica en persona. Productos terminados en gran medida que sólo han sido calentados (por ejemplo, albóndigas terminadas, que realmente me hierven en contra), pero al menos ensalada fresca. En general, desafortunadamente, no hay alternativas reales, por lo que casi ninguna opción si no te gustó el plato del día. En mi opinión, esto se resuelve mucho mejor con cálidas soluciones buffet en otras JH. Sería bueno si el punto de comer de ingredientes frescos sin la conveniencia de la comida se reconsiderara, especialmente en el número predecible de huéspedes. La comida es simplemente un tema importante, especialmente como un modelo a seguir para los niños. No tiene que haber nada caro o especial sobre eso. Fresco y regional son completamente suficientes.
Como último recurso, hay un pequeño pero fino aperitivo de pescado en la entrada de la JH, donde se puede disfrutar de pescado recién preparado del puerto de Rostock.
En Resumen: un alojamiento barato en una muy buena ubicación con pequeños puntos débiles, pero donde un vacaciones todavía vale la pena.
Que puede ser más fuerte a veces a través de las puertas de corazón de luz en la noche temprano no nos molestó. Eso es lo que hay que tener en cuentas.
El pequeño patio exterior con 2 mesas de ping pong y la mesa de billar en el interior resonó con nuestros niños especialmente en la noche, ya que estábamos en la carretera durante el día.
Las paradas de autobús están justo en frente del edificio y el carril bici también pasa la JH, un muy buen punto de partida para excursiones. El JH tiene un estacionamiento de pago con una barrera.
El desayuno era fresco, adecuado y bueno. Especialmente en el hermoso Conservatorio con vistas al patio de recreo disfrutamos mucho sentarse. Desde que habíamos reservado el almuerzo en la hora de comer, no era la comida caliente en la noche. Esa fue mi mayor crítica en persona. Productos terminados en gran medida que sólo han sido calentados (por ejemplo, albóndigas terminadas, que realmente me hierven en contra), pero al menos ensalada fresca. En general, desafortunadamente, no hay alternativas reales, por lo que casi ninguna opción si no te gustó el plato del día. En mi opinión, esto se resuelve mucho mejor con cálidas soluciones buffet en otras JH. Sería bueno si el punto de comer de ingredientes frescos sin la conveniencia de la comida se reconsiderara, especialmente en el número predecible de huéspedes. La comida es simplemente un tema importante, especialmente como un modelo a seguir para los niños. No tiene que haber nada caro o especial sobre eso. Fresco y regional son completamente suficientes.
Como último recurso, hay un pequeño pero fino aperitivo de pescado en la entrada de la JH, donde se puede disfrutar de pescado recién preparado del puerto de Rostock.
En Resumen: un alojamiento barato en una muy buena ubicación con pequeños puntos débiles, pero donde un vacaciones todavía vale la pena.