Hotel Gasthaus Keune

Hotel

Yo era la última vez hace veinte años allí nada cambió todo viejo e incómodo incluso las cortinas son todavía el mismo el menú fue desmembrado y el servicio inatento éramos los únicos huéspedes y tuvimos que llamar a cada nueva bebida en No hay manera recomendada que quiere visitar un restaurante malo, entonces nada como algo como.

Fue muy sabroso una vez más. Una cocina realmente alemana que rara vez está disponible. El desayuno es muy bueno y la comida muy buena.

¿Qué estaba pasando aquí? … Establecer 50 años de… Cama rota… Tube TV con muy mala recepcion de imagen… El inodoro del piso… no tiene que ser de nuevo… ¡ por supuesto que no!

La parada de autobús está completamente protegida de la nieve.

En la primera Weihnachstfeiertag habíamos reservado una mesa. El servicio necesario, a pesar de überschaulicher números de huéspedes en todo el restaurante, media hora para tomar primero la orden de bebidas. Cuando llegaron las bebidas, se les permitió ordenar desde el menú de Navidad. Desafortunadamente, cometí el error y pedí un RUMPSTEAK de la carne Angus. Después de un sentido de la eternidad, la sopa de tomate instantánea vino como un entrante. El bistec, que también tenía una larga espera, vino con ensalada, patatas fritas y mantequilla de hierbas. El aderezo de la ensalada del tetrapack cubría todo tipo de latas juntas. UNA mejilla, sin embargo, era el bistec. Duro como suela de zapato y por tendones atravesados. El pedazo de carne era de tal calidad inferior que probó parcialmente superpuesto. Por lo menos la mitad de la carne no era comestible, o masticable. Las 2 cucharadas de patatas fritas no se llenaron y los 150 gramos de mantequilla de hierbas, que cubrían el llamado filete de Angus, no pudieron ser consolados. ¡Qué pena! Por el dinero (unos 25 euros) la estancia de apenas 2 horas no valió la pena.

Filete de bagre en espinacas era delicioso.

El personal era muy amable y la habitación estaba muy limpia y cómoda.