Muzdalifah es un lugar sagrado ubicado en La Meca, Arabia Saudita. Se encuentra a unos 9 kilómetros al sureste de la Gran Mezquita y es uno de los puntos clave en el recorrido del Hajj, el peregrinaje anual islámico.
Muzdalifah es conocido por ser el lugar donde los peregrinos pasan la noche durante el Hajj. Después de haber pasado el día en Arafat, los peregrinos se dirigen a Muzdalifah al anochecer. Aquí, los peregrinos se dedican a la oración y la reflexión, y recogen piedras para el ritual de apedrear a Satanás en Mina.
El área de Muzdalifah es un vasto desierto, con colinas y terrenos rocosos. No hay edificios ni estructuras permanentes en el área, solo tiendas de campaña temporales que se instalan para acomodar a los peregrinos durante su estancia. Estas tiendas de campaña son proporcionadas por las autoridades sauditas y están equipadas con servicios básicos como agua y baños.
Durante su estancia en Muzdalifah, los peregrinos se abstienen de comer y beber, como parte de su devoción religiosa. Muchos peregrinos también aprovechan la oportunidad para recolectar piedras para el ritual de apedreo en Mina al día siguiente.
La noche en Muzdalifah es un momento de paz y recogimiento espiritual para los peregrinos. La oscuridad del desierto y el silencio de la noche crean un ambiente propicio para la oración y la meditación. Los peregrinos aprovechan este tiempo para hacer súplicas y buscar la cercanía de Dios.
En la mañana siguiente, los peregrinos se levantan temprano para realizar la oración del amanecer y luego se dirigen a Mina para realizar el ritual de apedreo. Muzdalifah, aunque es un lugar temporal en el recorrido del Hajj, tiene una gran importancia espiritual y emocional para los peregrinos, ya que representa un momento de conexión íntima con su fe y su comunidad.