La Cisterna Basílica es una antigua cisterna subterránea ubicada en Estambul, Turquía. También conocida como la Cisterna de Yerebatan, fue construida en el siglo VI durante el reinado del emperador bizantino Justiniano I.
La cisterna tiene una capacidad de almacenamiento de aproximadamente 80,000 metros cúbicos de agua y se utilizaba para abastecer al Gran Palacio de Constantinopla y a otros edificios cercanos. Está compuesta por una serie de columnas y arcos de piedra que sostienen el techo abovedado, creando una atmósfera misteriosa y fascinante.
La Cisterna Basílica cuenta con 336 columnas, muchas de las cuales fueron recicladas de antiguos templos y edificios romanos. Algunas de estas columnas tienen detalles tallados, como cabezas de Medusa utilizadas como bases. Estas cabezas se cree que fueron colocadas boca abajo para proteger a los visitantes de los malos espíritus.
El agua de la cisterna proviene de un acueducto construido en el siglo IV y se transportaba a través de tuberías de cerámica. La cisterna fue utilizada hasta el siglo XV, después de lo cual fue olvidada y redescubierta en 1545 por el viajero francés Pierre Gilles.
Hoy en día, la Cisterna Basílica es una atracción turística popular en Estambul. Los visitantes pueden caminar por las pasarelas de madera que se han construido sobre el agua, admirando las columnas y la arquitectura impresionante. La iluminación tenue y los reflejos en el agua crean una atmósfera mágica y surrealista.
La Cisterna Basílica ha sido utilizada como escenario para películas y eventos especiales debido a su belleza y singularidad. Es un lugar fascinante para explorar y una muestra impresionante de la ingeniería y la arquitectura bizantina.
Horario:
lunes: 9:00–17:30,
martes: 9:00–17:30,
miércoles: 9:00–17:30,
jueves: 9:00–17:30,
viernes: 9:00–17:30,
sábado: 9:00–17:30,
domingo: 9:00–17:30