El Embalse de Alqueva es una impresionante obra de ingeniería ubicada en la región de Moura, en Portugal. Se trata de uno de los embalses más grandes de Europa, con una capacidad de almacenamiento de agua de aproximadamente 3.160 millones de metros cúbicos.
Este embalse fue construido con el propósito de regular el caudal del río Guadiana y suministrar agua a la región, además de generar energía hidroeléctrica. Su construcción comenzó en 1995 y se completó en 2002, convirtiéndose en un importante recurso para el desarrollo económico y turístico de la zona.
El embalse se extiende a lo largo de una superficie de más de 250 kilómetros cuadrados, formando un hermoso paisaje de aguas tranquilas rodeadas de colinas y montañas. Sus aguas cristalinas y su entorno natural hacen de este lugar un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y los deportes acuáticos.
Además de su belleza escénica, el Embalse de Alqueva ofrece una amplia gama de actividades recreativas. Los visitantes pueden disfrutar de paseos en barco, kayak, pesca y natación en sus aguas. También hay numerosas playas y áreas de picnic a lo largo de la costa, donde se puede disfrutar de un día de relax en contacto con la naturaleza.
El embalse también alberga una gran variedad de flora y fauna, convirtiéndose en un refugio para muchas especies de aves acuáticas y animales terrestres. Los observadores de aves encontrarán aquí un paraíso, ya que podrán avistar especies como flamencos, garzas y águilas.
En cuanto a la infraestructura turística, el Embalse de Alqueva cuenta con varios hoteles, restaurantes y campings en sus alrededores, lo que permite a los visitantes disfrutar de una estancia cómoda y placentera. También hay numerosos senderos y rutas de senderismo que permiten explorar la belleza natural de la zona.
En resumen, el Embalse de Alqueva en Moura es un destino turístico impresionante que combina la belleza natural con la funcionalidad de una importante obra de ingeniería. Es un lugar perfecto para disfrutar de actividades al aire libre, relajarse en sus playas y disfrutar de la tranquilidad de sus aguas.