Comentario del Una opción más sostenible 4*

El peor hotel en el que he estado en mucho tiempo. Para empezar las habitaciones parecen zulos; las moquetas desprenden un olor a tabaco que no se va ni con las ventanas abiertas; el baño tiene una cortina en la bañera que supongo que es la misma que tenía cuando se abrió por primera vez el hotel; no hay enchufes por ningún sitio, hay que mover el escritorio para encontrarlos detrás del minibar. Los ascensores principales siempre tardan mucho en venir y si llegan vas como en una lata de sardinas; aveces tienes que recurrir a los ascensores secretos pero estos te dejan en un vestíbulo maloliente y en la parte de atrás del "hotel". El comedor es lo peor porque se junta un catering pésimo, con poca variedad y situado en una esquina del recinto, para abastecer a unos 200 comensales que, indudablemente hacen unas colas larguísimas para servirse la basura que ponen. Si os gusta el buen café tampoco es su lugar porque lo único que sirven es aguachirri de café americano, pero aún así hay una cola larga en la cafetera. El Wi-Fi es un follón porque para poder entrar tienes que darle el número que sale en tu móvil o PC en la página de conexión al recepcionista, se hace incómodo si te conectas desde la habitación porque tienes que coger los ascensores infernales con el portátil en la mano y bajar a dárselo. Además si quieres disfutar el irrisorio ancho de banda que te asignan te tienes que quedar en el vestíbulo principal que siempre está abarrotado por ese motivo. En las habitaciones no hay Wi-Fi apenas y si llega en algún momento al los pocos minutos se vuelve a ir. Parece mentira que en un hotel donde la mayoría de gente es extranjera no le den prioridad al Wi-Fi (ya que no le encuentro nada positivo excepuando que está al final de la avenida Nyevski). Y además en este "hotel" a la hora de hacer el checking se quedan con tu pasaporte un día entero cuando en otros hoteles te lo devuelven a los 5 minutos. En el momento de la devolución me di cuenta que los tenían apilados en un estante de la recepción sin vigilar ni nada así que dejan el documento más importante de cualquier extranjero a merced de quien quiera robarlo.