Estancia de dos noches en viaje de negocios. El hotel y el bar son muy atmosféricos. Los pasillos están sinuosos con escalones arriba y abajo por todas partes. La habitación en la que me alojé era muy caliente, incluso con las ventanas abiertas. Un ventilador habría hecho las cosas más cómodas, ya que aprecio lo difícil que sería proporcionar aire acondicionado sin arruinar el carácter del lugar. La cama era muy cómoda. Más atención podría ser prestada a mantenimiento general, como muchas de las alfombras están deshilachando alrededor de las puertas y costuras. Parte de la pintura también se ve bastante cansado.
El restaurante es un lugar agradable para estar. Elegimos el menú fijo, que es el precio medio para la zona con 20 euros para 2 cursos o 25 euros para 3 cursos. La caballa ahumada no estuvo a la espera y faltaba el aderezo de remolacha prometido. Las patatas en la ensalada estaban muy poco poco cocidas. El plato principal de pescado y chip también fue decepcionante. El pescado rebozado frito estaba demasiado cocido y muy pequeño. Las fichas estaban bien, los guisantes triturados fueron servidos en un ramekin de una casa de muñecas. La salsa tártara se servía en el mismo tamaño de ramekin y carecía de ningún golpe, hasta el punto de ser sosa. La segunda noche, opté por empezar con la ensalada de tomate y mozzarella, que era delicioso! La hamburguesa que seleccioné para el principal fue otra decepción, siendo tanto desnaturalizado y demasiado cocido hasta el punto de estar seco. La adición de aros de cebolla o un buen sabor de tomate habría levantado el plato ligeramente, al igual que la hamburguesa pasando menos tiempo en la parrilla.
El café del bar es encantador, al igual que los vinos de la casa. ¡El café con desayuno es otra historia! Servido en un matraz era tan débil como para ser apenas más que agua de color. Hay una variedad de productos de desayuno continental en un buffet, donde también hay una tostadora y una selección de panes para hacer su propia tostada. También se ofrecen zumos de fruta. El desayuno cocinado ofrece una selección razonable de productos. La mayoría de los cuales están bien. El budín negro estaba seriamente cocido y seco, pero los huevos revueltos estaban entre algunos de los mejores que he tenido en un hotel. Probablemente me alojaría de nuevo, ya que está justo en el centro de la ciudad y a una corta distancia a pie de nuestra oficina central. Pero sólo si una de las habitaciones del jardín está disponible, ya que son las habitaciones mejor cuidadas en el hotel y tienen acceso directo al jardín.
El restaurante es un lugar agradable para estar. Elegimos el menú fijo, que es el precio medio para la zona con 20 euros para 2 cursos o 25 euros para 3 cursos. La caballa ahumada no estuvo a la espera y faltaba el aderezo de remolacha prometido. Las patatas en la ensalada estaban muy poco poco cocidas. El plato principal de pescado y chip también fue decepcionante. El pescado rebozado frito estaba demasiado cocido y muy pequeño. Las fichas estaban bien, los guisantes triturados fueron servidos en un ramekin de una casa de muñecas. La salsa tártara se servía en el mismo tamaño de ramekin y carecía de ningún golpe, hasta el punto de ser sosa. La segunda noche, opté por empezar con la ensalada de tomate y mozzarella, que era delicioso! La hamburguesa que seleccioné para el principal fue otra decepción, siendo tanto desnaturalizado y demasiado cocido hasta el punto de estar seco. La adición de aros de cebolla o un buen sabor de tomate habría levantado el plato ligeramente, al igual que la hamburguesa pasando menos tiempo en la parrilla.
El café del bar es encantador, al igual que los vinos de la casa. ¡El café con desayuno es otra historia! Servido en un matraz era tan débil como para ser apenas más que agua de color. Hay una variedad de productos de desayuno continental en un buffet, donde también hay una tostadora y una selección de panes para hacer su propia tostada. También se ofrecen zumos de fruta. El desayuno cocinado ofrece una selección razonable de productos. La mayoría de los cuales están bien. El budín negro estaba seriamente cocido y seco, pero los huevos revueltos estaban entre algunos de los mejores que he tenido en un hotel. Probablemente me alojaría de nuevo, ya que está justo en el centro de la ciudad y a una corta distancia a pie de nuestra oficina central. Pero sólo si una de las habitaciones del jardín está disponible, ya que son las habitaciones mejor cuidadas en el hotel y tienen acceso directo al jardín.