Comentario del Quinta de Santa Barbara 4*

Este lugar es encantador. Creo que me podría quedar a vivir sin pega alguna. Un lugar lleno de detalles preciosos y que te transportan a un tiempo pasado de ensueño. Su decoración estilo antiguo le enriquece más todavía. Antiguo, pero con un gusto exquisito. Las habitaciones son extraordinarias. No les falta detalle alguno, aunque les falta una televisión; yo sí les pondría una. Los dueños son gente muy simpática y te dan cuanta información necesites, tanto del hotel como de los alrededores. Nos enseñaron algunos rincones del hotel lleno de encanto y magia. Paseamos un rato por el inmenso jardín que poseen y desde luego que será para repetir en verano. Tomamos un refresco en el bar, en el que disfrutamos viendo la cantidad de detalles decorativos que posee y una colección de artículos de farmacia (laboratorio de química) con más de 200 años de antigüedad. Puedes pasear por la zona, pues merece la pena. Desde luego que el entorno invita al descanso, al relax, e incluso es ideal para alguna reunión de trabajo en equipo para empresas. Tiene todas las comodidades que uno puede esperar. Tienes la misma naturaleza al alcance de la mano a la vez que gozas de las comodidades que esperas. El desayuno fue exquisito, como los dueños, tuvimos de todo: mermeladas, miel, quesos, embutidos, leche, café, zumo, bollería, huevos… etc, y como no podía ser menos, la decoración del comedor está en consonancia con el resto de las dependencia. Al dueño, nuestro anfitrión "Capitán", espero poderlo ver este verano y poder disfrutar de nuevo de su hospitalidad y de su hotel mágico.