Hotel Samanapaq

Hotel

Buen alojamiento, hab comodas y buen desayuno.

Alojamos 2 noches en este hotel de Ollantaytambo y la atención fue excelente. Nos dieron excelentes datos. Las camas muy cómodas y el baño también, lo único malo es que no cuenta con secador de pelo. Se encuentra muy cercano a la plaza de Ollantaytambo y el hotel cuenta con áreas verdes hermosas. Asimismo cuenta con áreas de TV y lectura con acceso a wi fi. El desayuno de calidad y nutritivo. Lo recomiendo!

Un pintoresco hotel con modernas instalaciones situado a 2 minutos de la Plaza de Olltantambo en una calle de un solo sentido. Se encuentra en un hermoso jardín. Muchos elementos verdes por todas partes. Una zona dedicada a las hamacas. Rodeado de hermosas montañas. Correr y propiedad de una señora muy agradable y su madre. Creo que también se quedan allí. Agua caliente en los baños en todo momento. Bonitas habitaciones espaciosas. Buena conexión Wi-Fi. Desayuno buffet gratuito con frutas de temporada, aromatizado que se obtiene, diferentes panes, magdalenas, huevos, jamón, cereales, leche, zumos de fruta fresca, etc. Etc.
El nombre significa "un lugar para descansar", sin duda puede hacer eso aquí. El propietario es muy amable, ya que todo el personal. Nos encantó estar aquí. Nos alojamos por 5 noches extendiendo nuestro original 2 noches.

Es un lugar encantador con linda atención, calificación A1. Al cual regresaría y recomiendo conocer.

Sólo quiero que me necesiten cómodo, limpio. El personal es muy fácil (hablaban inglés) y amable. No hay problemas con el dólar estadounidense aquí. Bonito hotel amurallado y cerrado. Bien adorado con un hermoso jardín.

Buena estadía, comodidad, buena atención.

El lugar ideal para hospedarse en Ollantaytambo, excelentes anfitriones.

Pernoctar en Ollantaytambo tiene muchas ventajas. A parte de que se le considera la puerta de entrada al santuario de Machu Picchu, por lo que es el lugar ideal para subirse al tren o empezar la caminata del camino Inca, son muchos los autobuses que llegan hasta aquí durante el día para visitar las impresionantes ruinas que conformaron la antigua ciudadela de Ollantaytambo, como muchos los que llegan para subirse a los trenes que alcanzan la vieja Machu Picchu, pero cuando todo este gentío se ha marchado, la vida, la verdadera esencia del pueblo aparece en miles de formas. El mercado de los numerosos campesinos y comunidades que llegan hasta aquí desde no se sabe donde no tiene precio, ver pasar las “cholas” con sus “polleras” o enaguas, chaquetas de colores rojizos, morados y naranjas, los ponchos a juego y casi siempre cargando algo a sus espaldas, ya sea un fardo de comida, de hierbas o, como no, los niños más pequeños que se desplazan felices en esta especie de bolsa marsupial invertida en que las mamachas convierten sus mantas. De verdad que es un gustazo pasear por sus calles empedradas y poder ver la base de las casas de este pequeño pueblo formadas por ese ensamblaje de piedras tan característico del mundo Inca. En pequeña escala es lo que se puede ver en el mismo centro de Cusco, en algunos de sus muros más famosos.

Super Hotel, esto esconde bien detrás de estas paredes mi si la oportunidad si presente dormir y.
Servicio a domicilio todo es.

Como en casa. Hermoso hotel, pueblo y pueblo.

Excelente lugar para descansar en el Valle sagrado de los incas muy cerca a Machu Picchu.

La atención, el lugar, el servicio, el restaurant todo es espectacular en este hospedaje. 100% recomendable, volvería a ir sin dudas!