Chaska Kawarina Albergue

Como en casa. La mejor atencion.

Pésimo trato!
El piso está todo despegado y te culpan por ello pretendiendo que lo pagues. Las sábanas cochinas, manchadas. Las colchas y cubrecamas todas llenas de pelos, super desagradable. Encima en una de las camas el edredón estaba con pichi de perro.
La primera noche, cuando reclamamos sobre los detalles que mencioné arriba, la señorita Natalia lo que hizo fue querer botarnos (a las 11pm) haciendo incapié a que ella no nos había firmado ningún documento que avale que le habíamos cancelado el 50% del alquiler. Para colmo, si tu "cara no le agrada" se la pasa rajando de ti todo el tiempo.
Es una mentira que el alquiler incluya la sala, pues siempre hay una persona ahí viendo tv, que no se va ni cuándo uno está compartiendo en la mesa con los demás huéspedes, lo que hace es subir el volumen (obviamente para incomodar).
No quiere abrir la puerta pasada las 11pm y no hay agua caliente en la única ducha con la que cuenta.
Para resumir, nos botó de su hospedaje en más de una oportunidad, nos quitó el desayuno y hasta dejó de limpiar los baños; motivos por los cuáles jamás regresaría a dicho lugar.

Lo único malo de mi estadía en Cusco fue el hospedaje en esta casa.
La dueña solo quiere hablar con una persona, no escucha las opiniones de los demás sabiendo que todos los huéspedes pagamos para la estancia.
No cuenta con una plancha para ropa, artículo que aparece en su sitio web de Airbnb, y el lavatorio de un baño constantemente está atorado dificultando el aseo personal.
Las maderas de su piso se salen al pisarlos en muchos rincones y el 1er día nos culpó por ello insistiendo en cobrarnos para repararlo.
Personalmente las sábanas de ambos colchones del camarote donde yo dormía estaban orinadas, informe al señor a cargo sin ningún tipo de ofensa y solo retire el colchón para que el olor se disipara; cuando Natalie llegó empezó a gritar furiosa y quiso cancelar las reserva de 8 días, realizada hace más de 2 meses, de más de 10 personas la 1era noche aludiendo que se sentía incómoda con nosotros por todos los malestares que le causabamos, negándome todo lo que había dicho acerca de las sábanas y sin escuchar a mis compañeros que habían visto lo que paso nos dijo que retiremos nuestras cosas al día siguiente, y ya le habíamos cancelado el 50%.
La convencimos para q nos dejará quedar pero la semana fue completamente lamentable, solo el señor q también vive ahí fue muy amigable y cordial, pero por lo demás no recomiendo este lugar.