Comentario del Hotel Dario Granada 3*

Mi novia su familia y yo decidimos dar un paseo en Granada, en nuestro camino de vuelta a nuestro coche de alquiler me pasó a mirar dentro de este hotel que tenía una fuente de agua increíble y hermosa decoración de madera. Nos sentamos a tomar un pequeño aperitivo y algunas bebidas. Pedí las croquetas, que donde el agua de la boca, me llevó de vuelta a Miami por una fracción de segundo. La ensalada era fresco y crujiente como donde las patatas fritas. Mi novia me pidió una caipirinha, ella nunca había tenido uno, pero IV tenía muchos en mis viajes y sugirió que probar uno. No fue a su gusto particular, así que tomó un sorbo y lo dejó en la mesa. Momentos más tarde nuestro servicio trajo su hermano de 6 años una taza llena de helado. Dijo que estaba en la casa. En la casa me dije a mí mismo? Este tipo de tratamiento es raro para Nicaragua. Aceptamos la ofrenda y agradecimos al servidor. Como disfrutamos del hermoso entorno y gran energía miré a mi izquierda y vimos un caballeros sentados solos pero tener conversaciones extensas con el personal. Él parecía muy amable con el personal y reaccionaron muy bien cuando lo vieron. Me imaginé que era un asiduo. El caballero parecía extremadamente interesado en cómo nos donde nos tratan. Se acercó a nuestra mesa y se presentó. Habló inglés y dijo que su nombre era Pedro. Explicó como un empresario inteligente que los clientes son el núcleo de cualquier establecimiento. Él nos pidió que proporcionamos retroalimentación al personal para que pudieran ajustar o arreglar cualquier cosa que no nos gustó bastante. Él tuvo la amabilidad de compartir historias y debe ir a lugares. Pero sobre todo, fue tan amable de hacer una estancia que nunca olvidaremos. Al Sr. Pedro y el personal de este hotel/restaurante quiero darle las gracias. No sólo te proporcionan muchos platos y bebidas en la casa, pero me aseguraré de difundir la palabra y asegurarse de que todos saben que visitar este establecimiento.