Acabo de tener el placer de tener unas vacaciones con mi niña en esta propiedad.
A pesar de ser "sólo" un 3 estrellas Superior, me parece que se puede colocar en la categoría de 4 estrellas.
La habitación a pesar de ser "pequeña" (no tan pequeña en comparación con otras de 3 estrellas) es muy agradable, lineal, limpia y bien estudiada y con una decoración moderna y bien elegida.
Tuve el placer de alojarme en el 102, situado en el primer piso frente al mar, un favor de la boda realmente.
La habitación es tranquila, por supuesto que estamos en un hotel y de vez en cuando se puede escuchar ruidos desde el pasillo o escaleras, pero nada insoportable o en momentos sin aire (el objetivo de los huéspedes de todos modos es medio alto, y son personas educadas y amables). Obviamente sólo durante la noche rosa, incluso con las ventanas cerradas, escuché la música de la playa, pero por supuesto me uní desde el balcón con la niña para bailar también!
Para aquellos como yo que sufren de largos despertares nocturnos, os aseguro que es hermoso poder sentir el mar que te acuna y te relaja por la noche.
La habitación está muy limpia y la señora que se encargó de la limpieza también es muy buena, rápida y muy amable.
La pensión completa le ofrece un gran servicio de catering en el km 0 (recomiendo encarecidamente el risotto de mejillones de Bellaria, tiene un lugar especial en mi corazón ahora :) ), y también un excelente servicio en la mesa o en la habitación en general! (un agradecimiento especial a Iván).
En el bar del hotel encontrará muchas opciones y también la cortesía de Ludmilla, con quien también puede intercambiar unas palabras.
Frente al hotel encontramos el solárium y una verdadera piscina (con una parte también dedicada a los niños) siempre custodiada por el socorrista muy amable, y también una pequeña bañera de hidromasaje climatizada.
El hotel tiene un acuerdo con el baño 11, que se encuentra justo en frente del hotel, se gestiona muy bien y bien organizado!
No menos importante los propietarios Andrea y Chiara, que realmente tienen la capacidad de hacerte sentir como en casa; en el primer enfoque pueden parecer diferentes (como por desgracia leí en algunas críticas en tripadvisor) pero le aseguro que siempre sonríen y amable, y fueron capaces de ofrecerme una estancia espléndida sin perder nada, como en casa.
Espero poder hacer de mi estancia en Villa Saba una tradición.
A pesar de ser "sólo" un 3 estrellas Superior, me parece que se puede colocar en la categoría de 4 estrellas.
La habitación a pesar de ser "pequeña" (no tan pequeña en comparación con otras de 3 estrellas) es muy agradable, lineal, limpia y bien estudiada y con una decoración moderna y bien elegida.
Tuve el placer de alojarme en el 102, situado en el primer piso frente al mar, un favor de la boda realmente.
La habitación es tranquila, por supuesto que estamos en un hotel y de vez en cuando se puede escuchar ruidos desde el pasillo o escaleras, pero nada insoportable o en momentos sin aire (el objetivo de los huéspedes de todos modos es medio alto, y son personas educadas y amables). Obviamente sólo durante la noche rosa, incluso con las ventanas cerradas, escuché la música de la playa, pero por supuesto me uní desde el balcón con la niña para bailar también!
Para aquellos como yo que sufren de largos despertares nocturnos, os aseguro que es hermoso poder sentir el mar que te acuna y te relaja por la noche.
La habitación está muy limpia y la señora que se encargó de la limpieza también es muy buena, rápida y muy amable.
La pensión completa le ofrece un gran servicio de catering en el km 0 (recomiendo encarecidamente el risotto de mejillones de Bellaria, tiene un lugar especial en mi corazón ahora :) ), y también un excelente servicio en la mesa o en la habitación en general! (un agradecimiento especial a Iván).
En el bar del hotel encontrará muchas opciones y también la cortesía de Ludmilla, con quien también puede intercambiar unas palabras.
Frente al hotel encontramos el solárium y una verdadera piscina (con una parte también dedicada a los niños) siempre custodiada por el socorrista muy amable, y también una pequeña bañera de hidromasaje climatizada.
El hotel tiene un acuerdo con el baño 11, que se encuentra justo en frente del hotel, se gestiona muy bien y bien organizado!
No menos importante los propietarios Andrea y Chiara, que realmente tienen la capacidad de hacerte sentir como en casa; en el primer enfoque pueden parecer diferentes (como por desgracia leí en algunas críticas en tripadvisor) pero le aseguro que siempre sonríen y amable, y fueron capaces de ofrecerme una estancia espléndida sin perder nada, como en casa.
Espero poder hacer de mi estancia en Villa Saba una tradición.