Visitamos el Falkensteiner Jesolo en el verano durante 10 días.
Nuestra conclusión: "¡ ya no vamos a venir! "
Positivo: habitaciones bonitas y decoradas con estilo. La ubicación es muy cerca de la playa. Buen servicio. Personal de Hotel dedicado. El desayuno era abundante y comida caliente estaba preparado bajo petición. El Hotel es grande y muy moderno equipado.
Negativo: constantemente y por todas partes niños chillando, incluso en la comida de noche (fuera del restaurante está justo al lado de la piscina), fue una imposición, así que tenemos la comida (que era muy malo y caro) y nos dejó en una pizzería en la zona Han abierto. El mismo sufrimiento en la mesa de desayuno, decidimos comer el desayuno sólo en la zona interior del hotel. Lamentablemente allí también, los niños llorando y los padres que no les importaba en absoluto. Por desgracia, todas las camas estaban cubiertas con toallas en una etapa temprana, incluso por personas que estaban a la hora de comer en la piscina. La piscina es utilizada por los adultos y los niños pequeños con los pañales. Esto fue muy incómodo y para nosotros una razón para no usar la piscina más. También la bañera de hidromasaje donde estaba señalizada — sólo adultos — estaba llena de niños todo el tiempo. Cuando queríamos ir a la playa, estábamos acuartelados en las filas de atrás, porque el frente — ¡ vacío! — Reservado sólo para huéspedes con una suite. Todo el Hotel no tiene un verdadero liderazgo, no hay unidad y desafortunadamente no hay reglas para los huéspedes. Sólo la zona de bienestar era bueno ya que no había niños y normalmente no hay muchas personas. Y desafortunadamente, no se ha hecho nada sobre la plaga de mosquitos. Una bebida al final de la noche no era posible al menos para mí. En 15 minutos me picó unos 20 mosquitos. ¡ para unas vacaciones en Jesolo los más de 3500 euros cuestan un certificado de pobreza! Esto sólo se recoge y no se ha hecho nada en contra de nuestros comentarios.
Nuestra conclusión: "¡ ya no vamos a venir! "
Positivo: habitaciones bonitas y decoradas con estilo. La ubicación es muy cerca de la playa. Buen servicio. Personal de Hotel dedicado. El desayuno era abundante y comida caliente estaba preparado bajo petición. El Hotel es grande y muy moderno equipado.
Negativo: constantemente y por todas partes niños chillando, incluso en la comida de noche (fuera del restaurante está justo al lado de la piscina), fue una imposición, así que tenemos la comida (que era muy malo y caro) y nos dejó en una pizzería en la zona Han abierto. El mismo sufrimiento en la mesa de desayuno, decidimos comer el desayuno sólo en la zona interior del hotel. Lamentablemente allí también, los niños llorando y los padres que no les importaba en absoluto. Por desgracia, todas las camas estaban cubiertas con toallas en una etapa temprana, incluso por personas que estaban a la hora de comer en la piscina. La piscina es utilizada por los adultos y los niños pequeños con los pañales. Esto fue muy incómodo y para nosotros una razón para no usar la piscina más. También la bañera de hidromasaje donde estaba señalizada — sólo adultos — estaba llena de niños todo el tiempo. Cuando queríamos ir a la playa, estábamos acuartelados en las filas de atrás, porque el frente — ¡ vacío! — Reservado sólo para huéspedes con una suite. Todo el Hotel no tiene un verdadero liderazgo, no hay unidad y desafortunadamente no hay reglas para los huéspedes. Sólo la zona de bienestar era bueno ya que no había niños y normalmente no hay muchas personas. Y desafortunadamente, no se ha hecho nada sobre la plaga de mosquitos. Una bebida al final de la noche no era posible al menos para mí. En 15 minutos me picó unos 20 mosquitos. ¡ para unas vacaciones en Jesolo los más de 3500 euros cuestan un certificado de pobreza! Esto sólo se recoge y no se ha hecho nada en contra de nuestros comentarios.