Comentario del Hotel Iris 3*

Reservé un fin de semana con mis hijos en Pescasseroli en enero, llegamos temprano un sábado por la mañana, una gran zona de recepción con una enorme y acogedora chimenea, nos recibió cordialmente Antonella, el propietario del hotel. Nuestra habitación era muy grande, cómoda y cálida. Pasamos mucho tiempo esquiando, fantástica pista de esquí se encuentra a sólo 3 minutos de distancia. Después de devolver delicioso chocolate caliente para los niños, regalé excelente vino Pecorino con una deliciosa selección de quesos locales y carnes incurridas. El hotel estaba casi lleno, pero el servicio excelente. En la cena los niños eligieron del menú normal porciones más pequeñas, tagliollini hecho a mano con ragu de carne y ricotta gratado, cordero a la parrilla con aceite de oliva aromático, patatas asadas "Avezzano — buena calidad" broccoletti ripassati, absolutamente delicioso. Después de la cena los niños eran interesantes diversión en el área de juegos y disfruté de la serie de partidos con un Genziana de cristal. Desayuno — buffet enorme con bollería casera, jugos frescos, crujientes y crossaints y el mejor capuccino hecho por Mauro — el próximo propietario del hotel. El brunch del domingo también nos sorprendió: ñoquis caseros con trufa local fresca "campoli apennino", chuletas de cerdo a la parrilla con polenta y scamorza — todo muy sabroso. No podemos esperar para volver. Agradecer a los propietarios de la familia Esposito del hotel.