Me alojé recientemente en este hotel con mis tres hijos de entre 7 y 18 años. Al llegar, el personal era muy servicial y tenía una actitud muy acogedora. La habitación estaba muy limpia, por desgracia el aire acondicionado no funcionaba y nuestra temperatura ambiente se alojó en 29 durante nuestra estancia de dos días.
Decidimos comer en el bar del hotel la primera noche, ya que parecía muy agradable. Era bastante caro, por ejemplo 16.95 euros para hamburguesas y patatas fritas. La bandeja de condimento salió en nuestra mesa y levanté el frasco de mostaza para usar. Cuando lo abrí no había nada en él, excepto la mostaza seca alrededor de los lados. En un examen posterior, la mostaza estaba desactualizada unos meses. Mi hijo mayor entonces notó que había secada en mocos y pelo en su vaso, lo cual es totalmente inaceptable.
Traje estos dos problemas a un miembro del personal y simplemente me encogió de hombros. Como no soy una persona confrontativa, no llevé el asunto más lejos. No permití que mis hijos comieran el resto de allí la comida, pagué la cuenta y se fueron. Pedí a mis hijos pizza de una comida cercana y nos sentamos afuera y comimos. Después del consumo de la comida un miembro del personal groseramente nos informó delante de otros huéspedes que no se nos permitió comer comida en el hotel que no se compró en el hotel. No era consciente de esto, pero estaba extremadamente avergonzado de ser castigado como un niño delante de otros huéspedes.
Otros huéspedes estaban disfrutando de la comida que no había sido comprada en el hotel, pero no fueron descontados.
Al regresar a la habitación esa noche, nos dimos cuenta de que las toallas sucias y húmedas estaban dobladas y colocadas de nuevo en el toallero con las toallas limpias. La bandeja de desayuno tampoco se repuso.
Al día siguiente fui al bar a pedir dos limonados para mis hijos. Yo era la única persona que estaba en el bar. Me quedé allí durante aproximadamente cinco minutos mientras cinco miembros del personal se hacían ver ocupados mientras ignoraban mi presencia. Una vez más, como no soy confrontativo, simplemente me quedé allí y esperé hasta que alguien me sirvió.
Me he alojado en una gran cantidad de hoteles y nunca una vez sentí la necesidad de escribir una mala crítica, pero en esta ocasión sentí que era necesario.
Decidimos comer en el bar del hotel la primera noche, ya que parecía muy agradable. Era bastante caro, por ejemplo 16.95 euros para hamburguesas y patatas fritas. La bandeja de condimento salió en nuestra mesa y levanté el frasco de mostaza para usar. Cuando lo abrí no había nada en él, excepto la mostaza seca alrededor de los lados. En un examen posterior, la mostaza estaba desactualizada unos meses. Mi hijo mayor entonces notó que había secada en mocos y pelo en su vaso, lo cual es totalmente inaceptable.
Traje estos dos problemas a un miembro del personal y simplemente me encogió de hombros. Como no soy una persona confrontativa, no llevé el asunto más lejos. No permití que mis hijos comieran el resto de allí la comida, pagué la cuenta y se fueron. Pedí a mis hijos pizza de una comida cercana y nos sentamos afuera y comimos. Después del consumo de la comida un miembro del personal groseramente nos informó delante de otros huéspedes que no se nos permitió comer comida en el hotel que no se compró en el hotel. No era consciente de esto, pero estaba extremadamente avergonzado de ser castigado como un niño delante de otros huéspedes.
Otros huéspedes estaban disfrutando de la comida que no había sido comprada en el hotel, pero no fueron descontados.
Al regresar a la habitación esa noche, nos dimos cuenta de que las toallas sucias y húmedas estaban dobladas y colocadas de nuevo en el toallero con las toallas limpias. La bandeja de desayuno tampoco se repuso.
Al día siguiente fui al bar a pedir dos limonados para mis hijos. Yo era la única persona que estaba en el bar. Me quedé allí durante aproximadamente cinco minutos mientras cinco miembros del personal se hacían ver ocupados mientras ignoraban mi presencia. Una vez más, como no soy confrontativo, simplemente me quedé allí y esperé hasta que alguien me sirvió.
Me he alojado en una gran cantidad de hoteles y nunca una vez sentí la necesidad de escribir una mala crítica, pero en esta ocasión sentí que era necesario.