Nosotros acabamos de volver de vacaciones una semana de en el Pavillion de Pampelonne. Yo iría tan lejos como decir que la comodidad y ambiente de la residencia es excelente. El personal es increíblemente amable y educado. Los propietarios, Alison y Peter son más útiles en recomendar restaurantes y lugares para visitar. Son bastante comodas con la mayoría de las solicitudes y son una pareja bien agradable. Sin embargo teníamos un problema con ellos, que ha dejado un sabor un poco amargo y probablemente significa no volverá. Tenemos un hijo de 2 año de edad, un niño hermoso lleno de vigor y travesuras. Un niño típico. Está empezando a decir algunas palabras pero sobre todo emite sonidos para expresar lo que quiere. En la ocasión impar que ejercerían sus cuerdas vocales (bastante alta lanzada a veces) cuando él estaba emocionado. Inmediatamente trato de calmarlo le pero todavía no detener Peter pidiéndome una tarde a "hacer algo sobre él porque su griterío constante era ridículo". Tono de Peter me hizo sentir muy incómodo. Mi hijo no se gritaba constantemente. Ninguno de los otros residentes encontraron un problema. De hecho hallaron su temperamento y su carácter absolutamente encantador. Y como lo habían hecho todos experimentado tener hijos, sabían que su comportamiento sea bastante común para su edad. Es un niño muy feliz y rara vez llora. Se hicieron muchos comentarios sobre Alison y Peter que no niños y esto se hizo más evidente. Claramente sienten como niños son vistos y no oído entonces son bienvenidos en el Pavillion de Pampelonne.
Nuestra hija de 9 años fue un poco sorpresa una tarde cuando Peter decide confiscar su bola. Otra vez ella y los otros niños no causaban ningún problema, pero Peter vio juegos de billar con la pelota bastante irritante. No le gusta el uso de los juguetes inflables de la piscina tampoco. Pasó como un poco de una broma pero creo que él sabía a mi marido y yo estuviera convirtiéndose en algo irritado con esta conducta mezquina.
Había uno o dos comentarios realizados durante nuestra estancia que nos deje ir sobre nuestras cabezas. Sin embargo, Alison hizo uno el final cuando nos íbamos que era esperamos bienvenida otra vez en el futuro. Esperemos que entonces el niño habrá resuelto su gritando como aunque es lindo en el primero se convierte en tan waring"! Contaminado lo que había sido en general una gran experiencia como innecesario y muy mezquino.
Nuestro Consejo General es ir al Pavillion de Pampelonne si tienes hijos mayores que no hacen demasiado ruido. Realmente mejor se adapta como un destino único de adultos. La paz y la tranquilidad es fantástico y el entorno bonito.
Nuestra hija de 9 años fue un poco sorpresa una tarde cuando Peter decide confiscar su bola. Otra vez ella y los otros niños no causaban ningún problema, pero Peter vio juegos de billar con la pelota bastante irritante. No le gusta el uso de los juguetes inflables de la piscina tampoco. Pasó como un poco de una broma pero creo que él sabía a mi marido y yo estuviera convirtiéndose en algo irritado con esta conducta mezquina.
Había uno o dos comentarios realizados durante nuestra estancia que nos deje ir sobre nuestras cabezas. Sin embargo, Alison hizo uno el final cuando nos íbamos que era esperamos bienvenida otra vez en el futuro. Esperemos que entonces el niño habrá resuelto su gritando como aunque es lindo en el primero se convierte en tan waring"! Contaminado lo que había sido en general una gran experiencia como innecesario y muy mezquino.
Nuestro Consejo General es ir al Pavillion de Pampelonne si tienes hijos mayores que no hacen demasiado ruido. Realmente mejor se adapta como un destino único de adultos. La paz y la tranquilidad es fantástico y el entorno bonito.