El jefe no tiene civismo: alojarse en una habitación de huéspedes en el pueblo, elegimos cenar en este restaurante. La comida sin mucho interés es especialmente muy caro para la calidad (sé que en la región de los pequeños restaurantes excelentes cuyas hortalizas vienen de la huerta y o por 13-15 euros tenemos una entrada + un plato + un postre, el conjunto además de ser abundante).
Después de la cena paseamos por el pueblo. De vuelta en el centro del pueblo alrededor de las 11pm estamos atacados por una música muy fuerte que viene de la terraza del Benoîte. Pasando por nos encontramos con que paradójicamente no hay nadie en la terraza y a lo sumo 3-4 personas se inclinaban hacia el interior del bar… nos quejamos en nuestra fortaleza interior del barrio. De vuelta a nuestra habitación tenemos la desagradable sorpresa de notar que con la noche, el ruido del restaurante viene a nuestra habitación (ventana de doble acristalamiento cerrado). ¡ duró hasta las 1:15 de la mañana! Evidentemente el jefe no conoce las reglas de vida en la sociedad y debe sentirse frustrado por no tener un club nocturno… De acuerdo con nuestros huéspedes desilusionados, esto sucede 2 a 3 noches a la semana! No entiendo que el alcalde no utilice sus poderes policiales para hacer valer la tranquilidad pública, ni que la gendarmería, tan prontamente a sancionar parte de la carretera, permita este tipo de comportamientos que dificultan Todo el vecindario. Sólo por la falta de know-how del jefe, es un restaurante para huir.
Después de la cena paseamos por el pueblo. De vuelta en el centro del pueblo alrededor de las 11pm estamos atacados por una música muy fuerte que viene de la terraza del Benoîte. Pasando por nos encontramos con que paradójicamente no hay nadie en la terraza y a lo sumo 3-4 personas se inclinaban hacia el interior del bar… nos quejamos en nuestra fortaleza interior del barrio. De vuelta a nuestra habitación tenemos la desagradable sorpresa de notar que con la noche, el ruido del restaurante viene a nuestra habitación (ventana de doble acristalamiento cerrado). ¡ duró hasta las 1:15 de la mañana! Evidentemente el jefe no conoce las reglas de vida en la sociedad y debe sentirse frustrado por no tener un club nocturno… De acuerdo con nuestros huéspedes desilusionados, esto sucede 2 a 3 noches a la semana! No entiendo que el alcalde no utilice sus poderes policiales para hacer valer la tranquilidad pública, ni que la gendarmería, tan prontamente a sancionar parte de la carretera, permita este tipo de comportamientos que dificultan Todo el vecindario. Sólo por la falta de know-how del jefe, es un restaurante para huir.