5 estrellas, a pesar del hecho de que algunas cosas tienen que ser muy mejorado (estas 5 estrellas están ahí para animarte así que gracias por tener en cuenta los comentarios) más allá de este pequeño mensaje aquí están mis impresiones.
Han sido seis años que conozco este establecimiento y ya hemos estado 4 veces para más o menos largas estancias.
Al principio todo era perfecto en el más mínimo detalle que resulta que en las dos últimas estancias el servicio ya no está a la altura del establecimiento. Esto es debido al hecho de que algunos miembros del personal no son lo suficientemente atentos a las peticiones de los clientes o que el servicio en el desayuno es descuidado (y puntuado con palabras a veces irrespetuoso a los clientes… sería necesario en este caso ser más discreto o Cambio de trabajo no te creo) a pesar de todo la mayoría del personal es cálido, Cortés y sonriente.
El servicio de aparcacoches (pagando pero que recomiendo encarecidamente como aparcamiento alrededor del hotel es complicado) es perfecto.
El Hotel en sí es espléndido, aunque un pequeño refresco y algunos menús funciona en algunas habitaciones no sería demasiado.
La torreta (sin periodo pero años 80) siempre tiene sentido, es aquí donde te recomiendo que te quedes y preferiblemente en la cima.
Las habitaciones son preciosas y la ropa de cama fantástica. Además el baño incluye bañera y ducha italiana.
Esta habitación es un pequeño nido muy acogedor.
El spa y la piscina son Tops. Nada que decir.
Decepción como escrito arriba para el desayuno (servicio muy variable dependiendo de los días) y para el almuerzo es más una cervecería chic sin más, los productos son buenos pero no excepcional (contar sobre 45eur para el almuerzo) por otro lado son todos Cerca del centro de la ciudad y saber que alrededor de la propiedad se encuentran excelentes restaurantes conocidos o absolutamente descubrir.
Si usted decide venir a este establecimiento y quiere calmarse, por favor especifique la propiedad antes. Algunas habitaciones tienen vistas a la calle y las animaciones de ciertas noches (bares, música, etc…) pueden estropear la estancia.
A pesar de todas estas críticas (una crítica es siempre constructiva), sin duda recomendaría este establecimiento en Rouen.
Y me queda lo mejor. Su arquitectura y su historia merecen una visita.
Han sido seis años que conozco este establecimiento y ya hemos estado 4 veces para más o menos largas estancias.
Al principio todo era perfecto en el más mínimo detalle que resulta que en las dos últimas estancias el servicio ya no está a la altura del establecimiento. Esto es debido al hecho de que algunos miembros del personal no son lo suficientemente atentos a las peticiones de los clientes o que el servicio en el desayuno es descuidado (y puntuado con palabras a veces irrespetuoso a los clientes… sería necesario en este caso ser más discreto o Cambio de trabajo no te creo) a pesar de todo la mayoría del personal es cálido, Cortés y sonriente.
El servicio de aparcacoches (pagando pero que recomiendo encarecidamente como aparcamiento alrededor del hotel es complicado) es perfecto.
El Hotel en sí es espléndido, aunque un pequeño refresco y algunos menús funciona en algunas habitaciones no sería demasiado.
La torreta (sin periodo pero años 80) siempre tiene sentido, es aquí donde te recomiendo que te quedes y preferiblemente en la cima.
Las habitaciones son preciosas y la ropa de cama fantástica. Además el baño incluye bañera y ducha italiana.
Esta habitación es un pequeño nido muy acogedor.
El spa y la piscina son Tops. Nada que decir.
Decepción como escrito arriba para el desayuno (servicio muy variable dependiendo de los días) y para el almuerzo es más una cervecería chic sin más, los productos son buenos pero no excepcional (contar sobre 45eur para el almuerzo) por otro lado son todos Cerca del centro de la ciudad y saber que alrededor de la propiedad se encuentran excelentes restaurantes conocidos o absolutamente descubrir.
Si usted decide venir a este establecimiento y quiere calmarse, por favor especifique la propiedad antes. Algunas habitaciones tienen vistas a la calle y las animaciones de ciertas noches (bares, música, etc…) pueden estropear la estancia.
A pesar de todas estas críticas (una crítica es siempre constructiva), sin duda recomendaría este establecimiento en Rouen.
Y me queda lo mejor. Su arquitectura y su historia merecen una visita.