La estancia aquí fue mi primera vez en Newport. Buena experiencia excepto por las picaduras de chinches. Sólo nos alojamos el sábado por la noche, encontramos una tensión de sangre en mi almohada en la mañana y mi mano estaba picando como loco. Encontramos un chinche en el pliegue de la almohada en la que estaba descansando. Dejé que el hombre en la recepción saber a la hora de salida y me dijo que iban a ver y parecía hacer notar, pero ya que era una fiesta de la empresa y no pagar por la habitación, no sé que van a seguir con.
Terminando en una buena nota, la fiesta de la compañía fue genial. El personal del hotel era muy servicial. Me había olvidado mi navaja, el mostrador de recepción proporcionó un pequeño kit con crema de afeitar. Me dijeron que iban a llevar a la habitación, pero fuimos a conseguir que yo cuando no había llegado 45 minutos más tarde. La mujer de la recepción se disculpó cuando vine a recogerlo. En la cena, nuestras ensaladas venían con tocino y no comía cerdo. Cuando pedimos nos trajeron 2 sin. Más tarde en la noche, nos pareció que la máquina expendedora sólo ofrece aperitivos, no refrescos. Otro miembro del personal cerca del bar trajo mi marido y yo una taza de soda cuando pedimos.
La habitación era cómoda y dormí bien, excepto por lo que he mencionado sobre los bichos de cama. Había una caja fuerte, batas de baño, y lo que creo que eran zapatillas gratuitas. La nevera está detrás de una puerta de armario, así que se mezcla en bien con los otros muebles. Se mezcló tan bien que me olvidé que estaba allí y dejó mis botellas gratuitas de agua. Había una bonita vista desde nuestra ventana. Conocimos a las cabras residentes, Cornelius y William. Puedes verlos comer dos veces al día según el conserje que les estaba dando un aperitivo de verduras cuando caminamos por ver el pequeño faro y la vista del puente. Tenga cuidado en la puerta giratoria automática en la entrada. Dejó de moverse como yo estaba viniendo en un punto y si hubiera sido menos atento que podría haber entrado en el cristal mucho más difícil. Yo no era el único que tenía que empujar mi camino hacia fuera un poco como me señaló cuando sentado en el vestíbulo sábado por la noche. Dependiendo de cuánto te gusta caminar, puedes dejar tu vehículo estacionado en los jardines y pasar el puente a la isla y a la ciudad. O puedes tomar el trasbordador del hotel. Nos marchamos antes de usar ese servicio. En general, aunque como he dicho una buena experiencia.
Terminando en una buena nota, la fiesta de la compañía fue genial. El personal del hotel era muy servicial. Me había olvidado mi navaja, el mostrador de recepción proporcionó un pequeño kit con crema de afeitar. Me dijeron que iban a llevar a la habitación, pero fuimos a conseguir que yo cuando no había llegado 45 minutos más tarde. La mujer de la recepción se disculpó cuando vine a recogerlo. En la cena, nuestras ensaladas venían con tocino y no comía cerdo. Cuando pedimos nos trajeron 2 sin. Más tarde en la noche, nos pareció que la máquina expendedora sólo ofrece aperitivos, no refrescos. Otro miembro del personal cerca del bar trajo mi marido y yo una taza de soda cuando pedimos.
La habitación era cómoda y dormí bien, excepto por lo que he mencionado sobre los bichos de cama. Había una caja fuerte, batas de baño, y lo que creo que eran zapatillas gratuitas. La nevera está detrás de una puerta de armario, así que se mezcla en bien con los otros muebles. Se mezcló tan bien que me olvidé que estaba allí y dejó mis botellas gratuitas de agua. Había una bonita vista desde nuestra ventana. Conocimos a las cabras residentes, Cornelius y William. Puedes verlos comer dos veces al día según el conserje que les estaba dando un aperitivo de verduras cuando caminamos por ver el pequeño faro y la vista del puente. Tenga cuidado en la puerta giratoria automática en la entrada. Dejó de moverse como yo estaba viniendo en un punto y si hubiera sido menos atento que podría haber entrado en el cristal mucho más difícil. Yo no era el único que tenía que empujar mi camino hacia fuera un poco como me señaló cuando sentado en el vestíbulo sábado por la noche. Dependiendo de cuánto te gusta caminar, puedes dejar tu vehículo estacionado en los jardines y pasar el puente a la isla y a la ciudad. O puedes tomar el trasbordador del hotel. Nos marchamos antes de usar ese servicio. En general, aunque como he dicho una buena experiencia.