Rara vez me quedaría en Goleta por alguna razón, pero asistía a un festival a pocos kilómetros de distancia, así que ¿por qué no?
Había oído hablar de este hotel, y sonaba un poco retro funky. ¡Y así fue! La piscina fue aparentemente 'la escena' con música de DJ blaring hasta 5-6 pm (servicio de piscina era marginal, pero aceptable). Lo cual era tan fuerte, que hacía imposible escuchar los tocadiscos de juguete que tenían en las habitaciones (pero me las arreglé para pedir prestado Pink Floyd's Animals, y el Carpenter's Close to You).
Se podía decir que su mercado objetivo era los Millennials y aparentemente clavaron ese mercado, ya que el lugar estaba lleno de ellos. Pero eso me hizo preguntarme, ¿son ricos los Millennials? En mi experiencia, no tanto.
Me lo pasé muy bien en el hotel. La habitación era cómoda, aunque un poco pequeña, las comidas del restaurante eran delish y a un precio razonable.
La única vez que me desanimé, todo el fin de semana, fue pidiendo vino la última noche. Me hubiera encantado pedir una botella del Peachy Canyon Zinfindale, pero el precio era de $44. Compro este vino todos los días en Trader Joes por $9. ¡Eso es un 450% de marcado sobre RETAIL! Hay un Trader Joes a solo una milla de la carretera del motel, así que, tuve un solo vaso por $12, pero todavía arruinó la comida.
Para obtener una habitación junto a la piscina con un patio (muy pequeño), pagué una prima de aproximadamente $370 por noche. Más tarde, pensé: '¿En serio? Usted podría haber alquilado un Spa King Suite en el Sycamore Canyon Spa en Avila Beach con una terraza privada y bañera de manantial mineral, por la misma cantidad! '¿En qué estaba pensando?!
Bueno, vives y aprendes, y no te arrepientes de mi parte. Tuve un buen fin de semana, pero no podía justificar el precio de un motel en Goleta. Si rebasaron sus precios en todo a la mitad (así que, tarifa diaria $180, Peachy Canyon Zin $22) que estaría en territorio razonable, y luego, sería un lugar fresco para alojarse.
Tal vez los Millennials todavía quieran quedarse allí, pero no sé por qué. Todos los Millennials que conozco están bastante rotos, ¡quizás miren el Best Western de al lado!
Había oído hablar de este hotel, y sonaba un poco retro funky. ¡Y así fue! La piscina fue aparentemente 'la escena' con música de DJ blaring hasta 5-6 pm (servicio de piscina era marginal, pero aceptable). Lo cual era tan fuerte, que hacía imposible escuchar los tocadiscos de juguete que tenían en las habitaciones (pero me las arreglé para pedir prestado Pink Floyd's Animals, y el Carpenter's Close to You).
Se podía decir que su mercado objetivo era los Millennials y aparentemente clavaron ese mercado, ya que el lugar estaba lleno de ellos. Pero eso me hizo preguntarme, ¿son ricos los Millennials? En mi experiencia, no tanto.
Me lo pasé muy bien en el hotel. La habitación era cómoda, aunque un poco pequeña, las comidas del restaurante eran delish y a un precio razonable.
La única vez que me desanimé, todo el fin de semana, fue pidiendo vino la última noche. Me hubiera encantado pedir una botella del Peachy Canyon Zinfindale, pero el precio era de $44. Compro este vino todos los días en Trader Joes por $9. ¡Eso es un 450% de marcado sobre RETAIL! Hay un Trader Joes a solo una milla de la carretera del motel, así que, tuve un solo vaso por $12, pero todavía arruinó la comida.
Para obtener una habitación junto a la piscina con un patio (muy pequeño), pagué una prima de aproximadamente $370 por noche. Más tarde, pensé: '¿En serio? Usted podría haber alquilado un Spa King Suite en el Sycamore Canyon Spa en Avila Beach con una terraza privada y bañera de manantial mineral, por la misma cantidad! '¿En qué estaba pensando?!
Bueno, vives y aprendes, y no te arrepientes de mi parte. Tuve un buen fin de semana, pero no podía justificar el precio de un motel en Goleta. Si rebasaron sus precios en todo a la mitad (así que, tarifa diaria $180, Peachy Canyon Zin $22) que estaría en territorio razonable, y luego, sería un lugar fresco para alojarse.
Tal vez los Millennials todavía quieran quedarse allí, pero no sé por qué. Todos los Millennials que conozco están bastante rotos, ¡quizás miren el Best Western de al lado!