Gurutzeberri Hotel

No volveré!, habitaciones antiguas, sucias, por fuera muy bonito y rustico pero por dentro bien merece una reforma. La habitación individual pequeña, somier de hace 20 años, baño antiguo y limpieza la justa. Los dueños son antipáticos, mala atención al cliente. He pedido una toalla de mano extra, y se han reido de mi. Estoy acostumbrado por trabajo a este tipo de hostales, pero al menos si pido una toalla me la dan. Menú del día caro, justo enfrente hay un restaurante que merece mucho la pena y son muy amables y atentos.

Hotel de la década de 1970 y que no ha visto ninguna evolución. Limpieza media de la habitación mal insonorizada. Cualquier falta de brillo y alegría. El desayuno era bueno.

Personal muy amable. Llamativa decoración que no sabría definir, por ejemplo un león de bronce en tamaño casi real. Aislado de población y servicios.

Bastante agradable parada durante la noche. Propietario en lugar miserable y habitaciones de fecha. Lugar agradable.

Restaurante my bueno recomendable las habitaciones no tanto, tienen más margen de mejora.

Es una pasada de bonito con esos leones y se come en grupo grande (70 personas) y te atienden muy bien.

Me alojé aquí por proximidad al lugar donde me tocaba trabajar, pero desde luego no tengo intención de repetir.

Es un sitio con tremendas posibilidades pero no han sabido explotar sus ilimitados recursos. Una lujosa decoracion victoriana que destaca en ostentacion y sobriedad que no concuerda con la escasa calidad de la carta y menos con su reducida calidad en la carta de vinos que no sabe salir de anticuados riojas troteros. Una familia euskalduna casera sobria correcta muy atemporanea que no ofrece empatia. En fin a esperar la cuenta y no repetir.

Lugar acogedor y familiar. Entorno relajante.

Fuimos a degustar un menú de caza, y estaba todo delicioso. Cómo para repetir, sin duda.

Agradable lugar para comer agradable personal.

Tranquilo, carece de alguna alfombra en la cama, desayuno normal… Pero recomiendo como típico.

Lo mejor del hotel es la comida cuando tienen servicio de restaurante que es sólo los fines de semana, mebos mal que hay una taberna que está muy bien cruzando la calle. La habitación no era muy cómoda ni tampoco la cama. Ara pasar una noche bien pero nada del otro mundo. Eso sí, unas vistas preciosas.

Ubicación excelente. Insonorización habitaciones nula y bajo habitacion horroroso. Desayuno de lo mejor en mucho tiempo, solo por esto vale la pena.

Buena gente pero triste. Olor insoportable en todo el hotel y ruido de máquinas en mi habitación Los colchones lo fueron algún día, ahora no.

Hotel de fecha. La habitación estaba limpia y cómoda. Gran desayuno.

Muy buena relación calidad-precio. Buen restaurante. Muy buen desayuno.

Siemrpe que acudo por faena me hospedo ahí, muy buen trato por parte de los dos hermanos como siempre.

Atención al cliente: 0 Decepción total. No lo recomiendo para nada. Mejor pagar algo más y tener una buena atención.

Decepcionante. El servicio pésimo y la comida horrible. Malo… muy malo.

Habitación limpia todos los días de la semana, que es un buen punto. Por otro lado francamente la insonorización deja que para desear. El desayuno era bastante bueno. A pesar de todo, ubicación, buen hotel cerca del lugar de la naturaleza, para los amantes. La zona es muy bonita y un montón de restaurantes para el valor (creo que el Iriberri) es inmejorable cerca de hotel Hostal-como.

Habitación limpia todos los días de la semana, que es un buen punto. Por otro lado francamente la insonorización deja que para desear. El desayuno era bastante bueno. Bueno de todos modos.

El hotel de gurutze berri nos decepcionó bastante, nos sentimos engañados cuando te dicen un precio y luego te cobran mucho mas, claro como la reserva fué por telefono, no quedó nada escrito, si no encuentras nada y tienes que ir, que te confirmen la reserva por correo. No tiene ningún encanto, es cutre y en la zona hay otros mucho mas bonitos. La atención es mala y no es lo que parece por fuera, y me callo cosas.

Uno de mis sitios favoritos de la zona. En un caserío antiguo, con grandes salones te puedes dar una de las mejores comidas tradicionales de tu vida. Una merluza con almejas que se te va la cabeza, o unas mollejas con boletus tremendas, pero lo mejor de todo son los platos de caza: paloma, becada, perdiz, corzo, venado, pato, zorzales, liebre, jabalí. Y todo brutalmente bueno.