Parador de Guadalupe

Hotel

Me ha gustado. Ha sido una estancia muy agradable. Las habitaciones están muy bien, el sitio es encantador, las vistas son muy buenas. La piscina es adecuada al sitio y al establecimiento. Con frutas, zumos y aperitivos en determinados sitios. La limpieza es adecuada en todo el establecimiento. La amabilidad del personal también nos agradó. El jardín precioso y bien cuidado. El restaurante adecuado a un mirador: con productos de la zona, tanto en viandas como en caldos. El personal muy profesional y adecuado en sus respuestas a nuestras dudas. La comida bastante exquisita.

Hotel situado en el centro. Nos dieron la habitación con vistas a la iglesia. Las vistas espectaculares. La habitación pues lo que son los Paradores. Cenamos el la terraza estupendamente. Entorno maravilloso.

Edificio antiguo， sólo el derecho toques modernos que yo. E aire acondicionado. La piscina era un detalle de bienvenida después de un día caluroso de motociclismo. La comida muy buena. Si usted tiene un cupón de descuento de otro parador para la alimentación presentar al momento de la firma o pagar por su comida, por alguna razón que no honor, en la recepción al momento de pagar.

Está muy bien situado en el centro de Guadalupe. El acceso y salida con coche son complicados porque las calles son estrechas y empinadas. Hay que conocer bien el pueblo para elegir las calles adecuadas. El aparcamiento es de pago a diferencia de la mayoría de los paradores. Las habitaciones no son demasiado grandes. Las puertas hacer mucho ruido al cerrarse porque son antiguas. La limpieza y el servicio está muy bien como siempre en los paradores y el ambiente es tranquilo. La Wi-Fi llega con dificultad a las habitaciones.

Muy buen lugar para descansar. Gran trato por parte del personal y la dirección. Para pasar unos días tranquilos en un entorno verdaderamente sorprendente en Extremadura.

Fuimos a comer y la comida cara y tampoco era una maravilla. Las migas me decepcionaron. Eso sí la terraza del patio preciosa.

Este fin de semana estuvimos cenando en el parador mi pareja y yo y la experiencia no pudo ser mas decepcionante tratándose del sitio que era. El servicio del restaurante es PÉSIMO. Tardaron casi una hora en servirnos la cena y no recibimos ni una disculpa ni una mínima consideración. Un restaurante incompetente mancha el buen hacer que siempre tienen los paradores. Para no volver…

Para ser un parador es bastante "quieroynopuedo". El checkin es a las 2 y no dieron opción de dejar las maletas. No nos explicaron nada, ni horarios, ni donde se daba el desayuno o la cena. El lugar es bonito. Las habitaciones antiguas. TV pequeña y mal situada. Muy normalita la habitación. El restaurante de lo mejor en servicio y comida de autor con algunos platos típicos de extremadura.

Servicio de bar de funcionario, o sea, malo. Por lo demás no está mal.

Espectacular lugar lleno de historia. Trato exquisito. Buena mesa y bodega. Excelentes vistas desde la mayoría de las habitaciones. La número 1 indescriptible.

Muy bueno el alojamiento, recomiendo la suite junior. Parece habitación de reyes. El desayuno algo regular.

Es un Parador antiguo pero acogedor. Maravillosamente situado junto a la Basílica. Personal amable.

Excelente ubicacion y calidad, está en el centro de guadalupe, al lado del monasterio, lo mejor la tranqiilidad y las instalaciones, nosotros tambien desayunamos y fué muy completo.

Un poco viejuno. El servicio es escaso. Pero globalmente es agradable.

Situación privilegiada frente al Real Monasterio de Guadalupe. Personal muy atento y buena cocina. Magníficas vistas.

Este parador tiene unos patios preciosos y el tipo extremeño a mi me encanta. Le hace falta una remodelación quizá pero a mi me encanta. Lo malo, la Wi-Fi no llegaba muy bien a nuestra habitación. Se come fenomenal en su restaurante. En general muy bien.

Excelente ubicación y calidad del servicio. La cena de San Valentín estupenda. Lastima la pocas personas que asistimos.

Muy bonito Parador. Guadalupe es un lugar encantador para pasear.

Parador clásico en el centro del pueblo y adyacente a la catedral. De dudoso gusto es la reserva de plaza de aparcamiento para algún huésped (a elección del local) Cuando todos o casi todos, pagamos por el mismo servicio. Habitaciones espartanos como en muchos de los establecimientos de la red de paradores. Fantástico balcón eso sí. Desayuno correcto y variado con productos típicos de la zona.

Excelente experiencia típica de Paradores. Comodidades limitadas pero más que suficientes en un entorno maravilloso y que te lleva 500 años atrás. Trato amable y cercano y fantástico desayuno.

Esperábamos mucho más. El peor, en comparación con otros paradores visitados. Parquing caótico, sin poder sacar el vehículo cuando lo necesitabas, por estar obstruida la salida. Dos horas y media para comer, cuarenta minutos entre plato y plato… y frío. El comedor a tope, griterío, niños por el suelo, clientes protestando por la tardanza… un caos! La habitación minúscula… El ambiente tranquilo y de relax… desde luego no lo hemos experimentado.

El servicio deja bastante que desear, los camareros se olvidan de los pedidos y han tardado 45 min en sevir el postre también equivocado, por cierto. Con la tardanza y las equivocaciones noss han cobrado hasta los chupitos.

Encantador e inmenso edificio histórico, con preciosa galeria en planta superior, patio central de cítricos y hermoso jardín con piscina al que se accede por una puerta "de cuento". Buena oferta gastronómica. La suite muy amplia, con chimenea y vistas al Monasterio, muy espartana y obsoleta en su decoración.

Entramos a echar un vistazo, sin alojarnos, y quedamos impresionados. Es una preciosidad, tiene unas instalaciones de lujo, y el personal es muy atento. Dan ganas de quedarse cuando tengamos sueldos acordes a lo que valen estos sitios.

Es un encanto! Los baños antiguo modernos el ambiente rico de personas que no gritan mucho, pero natural, el patio con lo eros y estanque, azulejos clásicos, encalados, artesonados, muy cuidados, buen precio para cafés, aguas, cazuelitas, etc, soleado, sombreado, un consuelo cuando todo está demasiado lleno en el pueblo!

Bonito y Acogedor. Pero me resultó pequeño y poco llamativo al lado del esplendor de la plaza. Una pequeña decepción la cafetería. Quizás esperaba más…

Mala relación calidad precio, parador anticuado, necesita reforma urgente. Habitación oscura. Comida muy regular en el restaurante. Y bastante caro. El personal amable, éso sí.

Un monumento histórico, pero de accesos incómodos, lejos de todo. Habitación curiosa, no excesivamente cómoda, pero no estaba mal. Aire acondicionado muy insuficiente. No vayas en verano si las habitaciones calurosas no os gustan. Y mi recomendación, nunca vayáis durante las fiestas del pueblo. Cierran la plaza con unas barreras horripilantes, y aparte de tener que dejar el coche lejísimos, porque también cierran los accesos al parador. Y luego la fiesta es un especie de maltrato a unos pobres toros y vacas, que a estas alturas delante de un monumento de patrimonio de la humanidad, resulta de muy poco gusto. Lo mejor, la cena. Un jardín precioso, un servicio esmerado y una comida buenísima. Un acierto que me ha hecho subir la nota al parador. Para mi el parador merece tres, la cena cinco, y el ayuntamiento de Guadalupe cero. No creo que vuelva.

Elegante, muy buen servicio y con muy buena comida.

El parador es bonito pero ha sido imposible llegar con coche. Los fines de semana cortan la circulacion por la plaza principal y llegar es un verdadero suplicio en el laberinto de calles estrechisimas. El parador no da soluciones.

Las habitaciones son bonitas aunque en las que estuvimos la ventilación era insuficiente. Los jardines y la piscina eran bonitos y estaban bien cuidados. El buffet desayuno era correcto aunque un poco justo. El resto del personal fue amable y atento.

Parador recomendado por el expreso. Monasterio medieval en altitud media. ¿Desayuno incluido?

Precioso hotel céntrico con buenas instalaciones y piscina un comedor idílico para desayunar o comer.

Magnifico parador con encanto. Preciosas vistas y restaurante para no perdérselo.

En esta ocasión estuvimos en su restaurante. El trato correcto, el emplatado muy cuidado. Me convenció su bacalao confitado. Calidad a la altura de lo que se espera en un alojamiento de estas características. El precio en consonancia.