Comentario del Casa Urbana Adolfo 3*

"Si el negocio has de conservar, a tu hija no debes dejar". Dos días antes de una boda contratada con el grupo Adolfo donde nos incluyen una  habitación para la noche de boda, acudimos del hotel a revisar el lugar y la habitación reservada según cita con el establecimiento. Nos indican que está libre para dicho día y que a partir de las 12:00 es posible el acceso. Incluso el día anterior por si se requiere dejar el vestido de novia y añadidos para colocar previamente todo lo necesario. Esto con mucha amabilidad por la recepcionista en dicho momento. Menos mal que no lo dejamos… Cuando llegamos a la cita el día de la boda a solicitar la entrada, la primera perla es que la entrada es a las 14:00. Al indicar que no había sido lo hablado, la respuesta es ¿Y si está ocupada? (¿no sabe esto el propio establecimiento entonces? ). Al comentar lo hablado dos días antes con la empleada de la recepción, lo siguiente es que tiene que revisar la habitación para ver si está en orden con una actitud muy chulesca. (¿Quieres que la revise yo por tí? pensamos todos) … A todo esto no olvidar situación con maletas, vestido y personal de fotografía y maquillaje. Al ir tomando la situación temperatura, la única salida que encuentra es tirar de importancia y soberbia con la frase de: " ¿Sabes quién soy yo? Soy la hija de Adolfo, la  directora gerente de esto". (Muy bien, pero aún no has hecho tu trabajo ni tampoco has atendido al cliente que te ha cerrado una boda en el restaurante de tu padre). Ante esto, la siguiente cuestión es "¿A qué hora es la boda? Respuesta: A las 18:30, …, Ah, pues te da tiempo de sobra. " (Dio tiempo a vestir a la novia sin fotografías). Tras todo esto, accede a entregar la llave, una hora más tarde de lo previsto y sin indicación alguna con la frase: "menos mal que estaba libre. Toma la llave". Gracias a la hija de Adolfo Muñoz que seguro está muy orgulloso de ella por su gran gestión del hotel y por dejarnos entrar, todo un detalle en un día tan especial. Un saludo.