Comentario del Hotel Restaurante La Sombra Del Olivo 2*

Hemos entrado atraídos por buenas reseñas. La experiencia ha sido desagradable, unos platos del día de paella, aceptable pero muy quemada (ver foto), tamaño de media ración por 7€ cada plato. El que la carta esté escondida detrás de la barra y la tengas que pedir hace presuponer que hay una carta para lugareños y otra para transeúntes. Aunque el bar aquí no tiene toda la responsabilidad había un grupo bebido y muy grosero, hablando a voces en la barra, bastante molesto. No volveremos a parar EDITO a su respuesta: Al llegar la camarera nos indicó amablemente que la comida tardaría a lo cual no pusimos objeción alguna, de hecho finalmente probablemente por la elección del plato ya preparado, el tiempo de espera fue mínimo. Ni hemos exigido, ni hemos hecho comentarios relativos al tiempo de espera, hemos pedido y pagado en barra con paciencia, sin caras ni bullas ni malas maneras, porque no es nuestro estilo, es más, de las 25 o 30 reseñas que he hecho ha sido la primera vez que valoro así a un local de hostelería. En la primera parte de su respuesta está contestando a un problema que no ha existido, aunque el servicio ha sido express e impersonal, estábamos un domingo en hora punta en un bar de carretera y la camarera a tope como podía, en ese sentido nada que objetar y comprensión absoluta — En la segunda parte de su argumentación se ha limitado a atacar con argumentos de muy mal gusto, y fuera de lugar obviamente, con respecto a la educación, el trabajo, la humildad o la actitud del que, desgraciadamente para ambas partes, hoy ha sido su cliente. Respecto a lo del socarrat que no socarra, permítame que ponga en duda, que hoy, insisto hoy, haya cumplido su objetivo, y le aseguro que no pongo en duda su profesionalidad, pero todos cometemos errores en nuestros trabajos. Hacer un socarrat en un arroz es una técnica complicada, rara de ver en sus latitudes más que nada porque como sale de 10 es con paellas hechas a fuego vivo, como se hacen en levante. Su arroz en mi plato me sabía carbonizado de principio a fin, no así en el de mi pareja dónde casi no había y por eso el se lo ha comido todo. Además de lo arriesgado de hacerlo en un arroz a emplatar entre varios comensales a diferencia de cuando el comensal se lo sirve en una paellera con el fondo crujiente, que es dónde tiene su razón de ser. Por experiencia en primera persona le recomiendo que, por el bien de su negocio, acepte las críticas para mejorar, responder con menos agresividad es un plus.