La Posada de Cucayo

Hotel

En Marzo estuvimos alojados y nos gustó mucho la posada como el trato familiar. Y ahora en Junio repetimos el sitio es espectacular. Totalmente aconsejable para pasar unos días de descanso entre montañas!

El entorno es espectacular, las vistas impresionantes y la casa preciosa por dentro y por fuera. El trato por parte de los propietarios 100%.

Un lugar donde perderte es encontrarte! Gracias familia por ser tan majos!

Gente muy agradable, todo un 10. Lo único que cabe destacar recordar a la gente que está en la montaña.

Posada muy acogedora rodeada de un gran paisaje y gran atención recibida.

Un lugar estupendo, en un marco incomparable y con una gente maravillosa. Imprescindible.

Increíble las vistas de las habitaciones, la comida, y sobre todo, el trato.

La mejor posada rural, de las de verdad, ánimo a todo el mundo a conocerlo, un lugar para repetir una y mil veces.

Un trece sobre diez! Siempre lo recordamos, el mejor lugar que hemos visitado, habitaciones perfectas, comida perfectísima, trato excelente, gente maravillosa, lugar encantador, único en el mundo, y pese a la distancia, prometemos volver!

La ubicación es privilegiada y el menú aunque casero, algo escaso. El trato es agradable.

Hemos pasado unos días formidables en un entorno inmejorable. Lo mejor, el trato tan familiar por parte de los dueños. Muchas gracias por todo. Intentaremos volver… aunque nos pille lejos.

Es un lugar precioso con vistas de ensueño. El trato de los propietarios es fabuloso, y la comida y los postres deliciosos. Totalmente recomendable.

Muy buena comida, y servicio, bien de precio. Las vistas impresionantes.

Preciosa posada y precioso entorno. Para repetir una y mil veces.

Perfecto para pasar la noche y disfrutar de su perfecta localización en la naturaleza. Desconexión.

Un paraiso de la tranquilidad y del impresionante paisaje de Liebana visto desde las alturas del pueblo. Insuperable la amabilidad de los dueños. Tina y Ana derrochan simpatía y buen hacer en su trabajo. A destacar la calidad de sus comidas, platos caseros elaborados en parte con sus poropios productos. Han sido unos días para recordar y esperar la próxima visita.

Muchas gracias a los propietarios de esta preciosa posada. Ayer subimos al Bistruey y nos lo pusisteis muy fácil, nos proporcionasteis plano de la ruta y la mejor de las informaciones. Mi marido, mis hijos y yo os agradecemos infinito vuestra atención, sois estupendas. Volveremos y espero en algún momento quedarme a ver un bonito amanecer desde vuestra preciosa posada y en la mejor compañia, la vuestra. Un abrazo y millón de gracias!

De los mejores sitios que he estado. Bellísimo hotel en lo alto de las montañas con unas vistas increibles, todo de ensueño. Lo mejor sus propietarios, encantadores, te hacen sentir como si estuvieras en casa.

Excelente lugar para disfrutar del silencio, montaña en estado puro, un rincón en el que se para el tiempo.

Sitio espectacular, comida casera y trato muy familiar un sitio para volver.

Muy acogedor. Estuvimos con el Coro Ronda Altamira de Santander y la experiencia fué estupenda.

"… salir por la mañana de Muros de Nalón para visitar Covadonga, y subir sus curvas hasta sus lagos glaciares, para acabar la jornada al anochecer, recorriendo los 30km de la infernal y demoledora N621 con los retrovisores rozando las rocas del estrecho Desfiladero de la Hermida a lo largo del río Deva en dirección a Potes, y luego comenzar a ascender y a ascender curva tras curva puerto arriba hasta llegar a un lugar donde la carretera no va más allá… se acaba el camino y se acaba el mundo… y todo es quietud y tranquilidad, y un silencio sólo quebrado por los cencerros y los balidos del ganado y el lejano rumor del río Frío… y el olor a la leña de los llares se adueña ya del Valle de la Cereceda y embriaga los sentidos, en este perdido y bellísimo rincón del Sur de Cantabria donde se respira la Paz… hemos llegado a Cucayo…" …y con estos pensares by May Selph, y con la reciente postal de Cucayo al amanecer, sus deseo a tod@s me le pasen un buen Jueves…:)
:)

Un lugar precioso, las instalaciones perfectas, la cama super limpia, todo ideal, los dueños pendientes de que no te falte de nada. Gracias a Tina yAna, un encanto. Lo recomiendo sin duda.

Muy recomendable, lo mejor de todo, la familia, Tina, Ana, Berto. Y la comida y habitaciones, perfectas, volveremos.

Muy aconsejable. Un sitio que conserva el espíritu de los restaurantes de pueblo de Cantabria. Precios razonables y vistas increibles. Un lugar de los de toda la vida. Repetiremos sin duda.

Muy aconsejable. Un sitio que conserva el espíritu de lo restaurantes de pueblo de Cantabria. Precios razonables y vistas increibles. Un lugar de los de toda la vida. Repetiremos sin duda.

Ubicación excelente, un entorno precioso y mucha amabilidad por la familia​ que la lleva.

El enclave impresionante. Buen trato. Totalmente recomendable.

Fantástico lugar para pasar unos días y descansar. Es tranquilo y acogedor, sus habitaciones muy cómodas y con magnificas vistas, buena cocina. La casa dispone de distintos rincones para disfrutar, jardín, balcones, porche … El trato y la atención excelentes. Ha sido un placer pasar unos días en casa de Tina y su familia.

Por la tranquilidad y sus paisajes y sobre todo la amabilidad y sentirte como en tu casa.

Lugar de ensueño. Tranquilidad y hospitalidad en un paisaje incomparable gracias al buen hacer de toda la familia.

Muy buena atención y muy buena cocina. Merece la pena el desplazamiento.

Lugar donde el tiempo se para. Imprescindible conocer a su gente. 11 sobre 10.

Son encantadores y el sitio es precioso. Volveremos a visitar a Tina y a Alberto.

Son muy majos los dueños.

En el último pueblo de la carretera se encuentra este alojamiento. Paramos para comer un cocido lebaniego. Buenísimo y sales lleno. También tienen postres caseros. Merece la pena volver.

Fuimos a conocer la zona y nos tomamos algo por allí, es un lugar perdido en vega de Liebana en el que las vistas son espectaculares. La posada es tranquila pero nos atendieron bien. Es imprescindible darse un paseo por el pueblo.

15€ por cabeza y sales a rebentar.