Casa Rural Ahora Casa Rural Ahoraya

Hotel

La estancia fue muy agradable. Habitaciones cómodas y confortables. El comedor y las zonas comunes muy cálidas y decoradas con gusto. La comida rica y sana. El desayuno muy variado y abundante, sin duda lo mejor. Sin embargo nos resultó algo caro. Por otra parte estás obligado a media pensión y eso no es siempre de nuestro agrado pues nos gusta cambiar y probar cosas diferentes.

Buena cocina, buena ubicación para hacer el cañon de las buitreras. El primer día mucho frío y no había agua caliente por error.

Un lugar hermoso y muy especial, buen trato, riquísima comida, un oasis en este mundo.

Un autentico sitio de relax en medio de la montaña. Las comidas son bastante creativas y se esfuerzan por dar una muy buena atencion al cliente. Te hacen sentir en casa. Toda la comida ecologica, casera, con produxtos locales y de su huerta y muy bien presentada. Los paisajes preciosos. Un 10 se les queda corto!

Uno de esos lugares hechos con cariño. Acogedor, cálido, tranquilo y natural tanto en lo referente a las instalaciones como al servicio.

Uno de los lugares más agradables que conozco y la gente que lo lleva fabulosos. La cocinera del 10, comida vegetariana — vegana ecológica en su mayoría. Especial para retiros.

Un gran lugar para relajarse, nuestra habitación estaba limpia y abrió en el jardín, comimos higos directamente desde el árbol. Hay un hermoso lugar a pocos metros de distancia para nadar. Los propietarios eran muy amables y acogedores.

La casa tiene un emplazamiento perfecto para poder disfrutar del río y de la noche estrellada. La atención del personal es muy buena. Destacar especialmente la comida q se ofrece: la cocinera, Ana María, es una apasionada de su profesión y cada día lo plasma en la elaboración de platos que además de saludables son deliciosos. De lo mejor q he probado en comida vegetariana. Sin duda me voy con la idea de volver y probar nuevos platos suyos.

Es un sitio encantador libre de todo ruido un sitio para el descanso fantastico.

Me encanta este lugar. Las habitaciones son geniales, lugar super tranquilo y la comida casera y ecológica. El río justo al lado para darse un baño.

Estancia muy acogedora. Los dueños muy agradables. La comida casera y ecológica, aunque no se puede elegir plato. Es lo que cocine la cocinera. Muy buena por cierto. Al que le guste de todo no tiene problema. Te invitan a repetir plato! :) ) En la pensión completa no incluye las bebidas solo agua. El dueño nos invitó a hacernos nosotros mismos té o zumo de las naranjas de su parcela en cualquier momento, y así lo hicimos. Es un detalle que se agradece sobretodo cuando vas con niños. La parcela donde está ubicada la casa es grande e invita a la tranquilidad. Tienen Spa pero no pudimos probarlo al estar ocupado el horario que queríamos. Es posible que para verano le hiciera falta una piscina que no tiene. Por lo demás, para repetir.

Un lugar idílico. Genial todo. El trato exquisito.

La naturaleza muy linda, el jardín con los árboles de naranja y limón, el aire limpiando, la cocina es típico de España vegetariana y ecológica, con el sabor precioso!

Comida del día vegetariana, lugar acogedor y altillo para los niños.

Un lugar maravilloso, rodeado de campo, el río, sin ruidos, una casa acogedora, los platos vegetarianos de Ana son una exquisitez, hemos estado muy cuidados y atendidos en nuestro retiro para hombres, repetiremos muy pronto. ¡¡Muchas gracias a tod@s!

Lugar sencillo y armonioso, de convivencia en naturaleza y con tus sentidos. Comida sana y con buen talento de Paco. Trato de Rebeca dulce y atento. Excepcional sí vas buscando relajación.