Comentario del Hotel Cordoba Center 4*

No lo recomendamos. No se deje deslumbrar por la publicidad y su estética. Para lo que realmente es, resulta caro. Mi hija y yo solemos viajar y por lo tanto somos asíduos visitantes de hotel, pero la experiencia este verano de 2015 en este establecimiento ha sido, con mucho, la más pésima pese a su rimbombante publicidad y sus más que dudosas 4 estrellas. De entrada, esperar más de 20 minutos en recepción para que nos atendieran a la llegada y otros tantos a la salida (y eso que no había más clientes). Nos asignaron una habitación ¡orientada al sur en pleno verano!, eso sí, "disfrutando" del paisaje de tejados plagados de aires acondicionados (parecía que estábamos frente a una fábrica con sus correspondientes ruidos), así que las vistas a la sierra que anuncian las intuíamos, porque nunca las vimos. Habitación con mobiliario viejo, en mal estado (con puertas que se caen) y muy sucio (sobre la tapicería clara destacaban uno "resíduos orgánicos" en los sillones; de heces, para ser más precisos). Además, resultó una habitación muy calurosa, ya no sólo por la orientación, si no porque el aire acondicionado no funciona mientras no se esté en la habitación. El baño ruidoso con grifos que funcionan mal (suerte de que había dos lavabos, porque los de la derecha ni siquiera funcionaban y estaba atrancado). Avisamos ¡cuatro veces! por teléfono y en persona que faltaban artículos de aseo (prometían y prometían pero hasta que no se bajó a recepción con mala cara, no los proporcionaron y lo hicieron de forma "dudosamente profesional", nos entregaron lo que encontraron por ahí). La piscina muy fotogénica pero diminuta por la cantidad de gente de fuera del hotel que había (ojo, que sólo tiene aforo para 30 personas y por lo visto, más de uno se había "colado", pues así se lo dijeron sin tapujos al camarero de la barra a quien contaron con todo detalle el método para hacerlo). Con ello, ningún respeto a los objetos personales, en cuanto te movías de la silla o hamaca, te encontrabas tus cosas en el suelo porque se la habían llevado. En uno de los pasillos (ruidoso si hay gente con ganas de fiesta) alguien dejó una bandeja con los restos de una cena que estuvo allí tirada todo un día (¡en pleno verano! ) aunque avisamos varias veces en persona a recepción por el mal olor. Viajando en moto voluminosa como hacemos nosotros, la salida del parking es complicada si se encuentra otro vehículo entrando al mismo tiempo (el que entra lo hace por su izquierda y deben cruzarse los vehículos de un lado al otro en plena cuesta). Si no es importante guardar la moto, interesa saber que hay espacio más que de sobra para dejarla en la calle ahorrándose el parking, que no es barato (hay otros hoteles con opción a parking gratis). Todo documentado con fotos e incluso invitamos a verlo a algún amigo de la ciudad que no se lo podía creer. "Sondeamos" al personal preguntando y nos contaban sin inmutarse diferentes formas de "pirulear" al hotel (piscina, terraza, parking…) lo que nos dió una idea de la falta de fidelidad al establecimiento (y por ende, de profesionalidad y saber hacer) de algunos de ellos. Si le caes en gracia al camarero, te tomas algunas copas sin pasar por caja aunque te pide que disimules. Lo malo, que también se las ofrecieron a mi hija (¡que es menor de edad! ). Fue interesante porque nos recordaba a algo remotamente parecido que "padecimos" una vez en Hamburgo, donde también por mal consejo nos enviaron a un hotel de condiciones muy parecidas (pero con menos estrellas), aunque en ese caso lo solventaron inmediatamente y tuvieron el detalle de regalarnos dos días de estancia (a los que renunciamos, por cierto). En resumen, que hay otras opciones mucho más interesantes y más baratas. Nos sorprende ver tantas "estrellas" en las valoraciones que hacen sospechar.