El punto fuerte de este alojamiento es la cercanía a la entrada de las cuevas, algo que se prefiere si pasas una noche en la ciudad para romper dos días de visita a las diferentes atracciones.
Sin embargo, también está cerca del centro de la ciudad: con un corto paseo se llega a la Piazza Tito y luego a los restaurantes recomendables y que también el Gerente nos sugirió a nuestra llegada.
El hombre, que habla italiano, fue muy amable que nos dejó encontrar la habitación preparada por la mañana en vez de a partir de 14 ya que habíamos reservado una visita a las cuevas para el 11:30 (nos habría puesto las maletas y volver por la tarde para el check-in).
Nos alojamos en una habitación con baño en la planta baja (pero los apartamentos también están disponibles). Mínimo: cerca del punto de tener que sacrificar las mesitas de noche a favor de dos estantes pero con una mesa, un televisor, una pequeña nevera y una pequeña antesala. El cuarto de baño, con bidé, es espacioso y parece casi más grande que la habitación.
En las ventanas, expuestos al sol caliente de la tarde, sólo hay persianas venecianas, que permiten que la luz pase en cantidad desde el amanecer.
A pesar de la ausencia de AGI en la habitación, teniendo en cuenta la ubicación favorable, la presencia de plazas de aparcamiento privado gratuito (a diferencia de las de las cuevas) y el precio increíblemente conveniente (pago sólo en efectivo), es un buen alojamiento para un Par de noches.
Usted puede elegir a pagar a un lado un desayuno (abundante y variada, dicen que las otras críticas) de €6 cada uno; Preferimos pasar un cuarto de esa figura visitando la panadería de la calle que corta Piazza Tito.
Sin embargo, también está cerca del centro de la ciudad: con un corto paseo se llega a la Piazza Tito y luego a los restaurantes recomendables y que también el Gerente nos sugirió a nuestra llegada.
El hombre, que habla italiano, fue muy amable que nos dejó encontrar la habitación preparada por la mañana en vez de a partir de 14 ya que habíamos reservado una visita a las cuevas para el 11:30 (nos habría puesto las maletas y volver por la tarde para el check-in).
Nos alojamos en una habitación con baño en la planta baja (pero los apartamentos también están disponibles). Mínimo: cerca del punto de tener que sacrificar las mesitas de noche a favor de dos estantes pero con una mesa, un televisor, una pequeña nevera y una pequeña antesala. El cuarto de baño, con bidé, es espacioso y parece casi más grande que la habitación.
En las ventanas, expuestos al sol caliente de la tarde, sólo hay persianas venecianas, que permiten que la luz pase en cantidad desde el amanecer.
A pesar de la ausencia de AGI en la habitación, teniendo en cuenta la ubicación favorable, la presencia de plazas de aparcamiento privado gratuito (a diferencia de las de las cuevas) y el precio increíblemente conveniente (pago sólo en efectivo), es un buen alojamiento para un Par de noches.
Usted puede elegir a pagar a un lado un desayuno (abundante y variada, dicen que las otras críticas) de €6 cada uno; Preferimos pasar un cuarto de esa figura visitando la panadería de la calle que corta Piazza Tito.