Comentario del Marat Park Hotel 3*

Lo más siniestro lugar donde antes descansaba. El viaje nos regaló con mucho dinero, si se compara con la de sus vacaciones en el extranjero. A la palabra en sí de crimea y de lugares de interés nos gustan. Pero el sórdido hotel con servicio de la edad de hierro… un Poco de los hechos. El personal nunca normal hola no le digan a la persona en el suelo, a menos que por supuesto, no te la pulsera blanca (una historia). El personal no es consciente de que hay junto al hotel. Le preguntaron a los administradores (de dos) de cómo llegar a un parque acuático, pero ellos se sorprendieron de que ellos existen, los de ellos… Nos solicitó una habitación para recién casados, la foto de abajo y con el internet por decirlo suavemente, no coinciden… un Colchón que han utilizado ya 200 años de muelles, царапающими la espalda, no nos cambiaron, porque no, tal vez y no fue… Aconsejaron una manta bajo ent застилить y sufrir un poco menos! Un punto que nos trajo poner la tarta pequeña (cumplido) pero la impresión no ha mejorado. La ducha es algo extraño, tiene la palabra el primer día que cayó en él y recibió moretones que шлифовала maravilloso colchón! La limpieza de la cara de la ciencia ficción! Aquí encontramos y uñas de los anteriores dueños y el polvo del tamaño de un dedo. Las toallas y la ropa de cama se cambian después de 5 días, si recuerde de camarera de pisos. Champú dan sólo cuando llegamos al hotel, y después de todo escupir. Respecto de las pulseras. Sus múltiples opciones de blancas, amarillas, verdes y azules (que hemos visto). Antes de blancos personal вылизывает todo lo que puede salir. El resto es más fácil de descarga incluido algo o no. Desayuno bufé sólo el nombre. La selección de pequeño, de carne muy poco, pero las croquetas de verduras! Mejor tome un poco más de dinero y coman por separado, lo que quiere, pero no en Maratea. Sí, en general cualquier actitud, más precisamente, es simplemente no. Las personas no se dan cuenta de que el servicio que el dinero que ganan, y con tal de que a él nadie más volverá!