Hice una reserva para alojarme en el NH Ciudad de Santiago unos 2 meses antes del viaje. Cuando llegué a Santiago y llegué al hotel después de un largo día de viaje internacional, me dijeron en recepción que el hotel había sobrevendido erróneamente sus habitaciones, y que no respetarían mi reserva. En su lugar, me ofrecieron trasladarme a un hotel NH diferente en el lado opuesto de la ciudad. Había seleccionado específicamente su hotel en función de su ubicación y proximidad a una semana llena de reuniones de negocios. Alojarse en el otro hotel NH habría hecho imposible cumplir con mi agenda de trabajo, debido al tráfico y los tiempos de transporte.
En ese momento—estresado, agotado y con algún dolor físico debido a problemas de espalda-— me vi obligado a usar mi teléfono celular para encontrar un hotel alternativo, con el fin de permanecer en el mismo sector y poder hacer el trabajo que me trajo a Santiago. Tuve EXTREMADAMENTE suerte de encontrar un hotel diferente que aceptara reservas de última hora, sin ir mucho más allá del presupuesto. La única ayuda que el NH ofreció fue el acceso a su Wi-Fi, y el transporte al nuevo hotel. No reconocieron cómo su error me había afectado negativamente, ni ofrecieron compensación ni ningún otro tipo de apoyo.
Lo peor de esto, desde mi perspectiva, fue que esperaron hasta que llegué al hotel para informarme de la situación. Si hubieran dado un aviso incluso de 24 horas, podría haber investigado con más calma alternativas e hice los arreglos adecuados. Esto mostró no sólo una falta de organización, sino una falta de consideración para sus huéspedes. Podrían haber menoscabado fácilmente el impacto negativo de su error en su huésped, que optaron por no hacerlo.
Nunca me alojaré en un hotel NH de nuevo, ni recomendaría que considere uno. ¿Cómo sabré que esto no volverá a suceder? La esencia del negocio hotelero es que usted hace una reserva garantizada y tiene una habitación de hotel esperándole a su llegada. Si no pueden ofrecer este servicio más básico, no volveré en el futuro.
En ese momento—estresado, agotado y con algún dolor físico debido a problemas de espalda-— me vi obligado a usar mi teléfono celular para encontrar un hotel alternativo, con el fin de permanecer en el mismo sector y poder hacer el trabajo que me trajo a Santiago. Tuve EXTREMADAMENTE suerte de encontrar un hotel diferente que aceptara reservas de última hora, sin ir mucho más allá del presupuesto. La única ayuda que el NH ofreció fue el acceso a su Wi-Fi, y el transporte al nuevo hotel. No reconocieron cómo su error me había afectado negativamente, ni ofrecieron compensación ni ningún otro tipo de apoyo.
Lo peor de esto, desde mi perspectiva, fue que esperaron hasta que llegué al hotel para informarme de la situación. Si hubieran dado un aviso incluso de 24 horas, podría haber investigado con más calma alternativas e hice los arreglos adecuados. Esto mostró no sólo una falta de organización, sino una falta de consideración para sus huéspedes. Podrían haber menoscabado fácilmente el impacto negativo de su error en su huésped, que optaron por no hacerlo.
Nunca me alojaré en un hotel NH de nuevo, ni recomendaría que considere uno. ¿Cómo sabré que esto no volverá a suceder? La esencia del negocio hotelero es que usted hace una reserva garantizada y tiene una habitación de hotel esperándole a su llegada. Si no pueden ofrecer este servicio más básico, no volveré en el futuro.