Comentario del Hotel Giorgi 3*

Ayer mi marido y yo tratamos de entrar en un restaurante y comer una mascota. ¿Por qué el intento — porque la semana pasada no llegamos al restaurante — esperó 40 minutos en la calle en la fila y esperó para ir a un restaurante japonés cercano — no muy pica, pero estábamos hambrientos y de acuerdo en el hecho de que vamos a comer sushi. Esta vez llamé prudentemente al restaurante y reservé una mesa. Pero aún cuando pasamos tuvimos que esperar 30 minutos en la fila. Cuando se libera (nadie nos reservó una mesa) la mesa finalmente nos sentamos y hicimos un pedido. Los bocadillos esperaron una hora — resultó que el chef se olvidó de nosotros. Empezamos a comer el plato principal al comienzo de la décima. Por cierto, en este punto los clientes se volvieron mucho menos. Soy yo el hecho de que quien quiere entrar en el restaurante sin cola — viene después de las 21h. La cocina es muy sabrosa, pero no hay servicio. Durante todo el restaurante en el segundo piso trabajaba 4 camareros, las niñas, por supuesto, funcionaban como una institución. ¿Por qué no puede aumentar el número de personal en las horas de la afluencia de visitantes? Pregunto. Vivimos cerca de Bastogne. Y 1 o 2 veces a la semana nos gusta cenar en un restaurante. Pero con su enorme número en la ciudad, el servicio está empeorando cada vez más. En un restaurante japonés cercano Sati — esperó 1h30 también. En Leo — más de una hora esperó el plato principal. Es muy triste — en la ciudad turística gestión de restaurantes no piensa en el campelot del cliente, pero sólo en las ganancias, los clientes en el restaurante mucho, y todo el mundo está esperando.