Estuvimos en el León por primera vez hace 12 años. A lo largo de los años ha perdido su brillo. La última estancia hace unas semanas habrá sido la última. Nos quedamos muy contentos con la estancia, pero nos decepcionó.
El rendimiento del precio no es correcto en absoluto. Se hizo más caro y la calidad ha disminuido y esto a pesar de la renovación.
Fue renovado sólo para poder acomodar a más gente y más.
La comida sigue siendo muy burguesa. Hace 10 años la comida era superior y el servicio de primera clase. Uno llegó a la zona de comida y fue recibido por Stefan, el jefe de camareros, que ya sabía nuestro nombre antes! Los camareros y camareras eran extremadamente servicial y chic. Ahora llegas al restaurante y esperas primero a un camarero, que luego te acompaña a la mesa. El servicio es no amado y simple. Comimos en una mesa semi-cubierta de madera, sé mejor.
La comida es sólo una gran decepción. No entiendo los premios. Nuestros vecinos de mesa también dejar comida volver a la cocina. La comida es poco imaginativa y también tan preparado.
El aperitivo de la tarde también es débil. Los pasteles de la tarde siguen siendo los mismos que hace 10 años, probablemente todavía del mismo proveedor. La calidad de la comida para un hotel 4S es simplemente insuficiente: pasteles, salchichas, pan, queso y otra fruta.
El Spa también habría merecido una renovación, pero el Hotel no puede generar más reservas. En las duchas, las pequeñas plaquetas se deshojan de la pared. En una ducha hay un agujero a través de la pared y se puede ver la tecnología y cables de alimentación detrás de él. De las cuatro duchas no es 100% funcional, por lo general uno de los programas de ducha no funciona.
Las habitaciones y el Hotel en sí están muy bien decoradas, pero eso es todo lo que noté positivamente.
El rendimiento del precio no es correcto en absoluto. Se hizo más caro y la calidad ha disminuido y esto a pesar de la renovación.
Fue renovado sólo para poder acomodar a más gente y más.
La comida sigue siendo muy burguesa. Hace 10 años la comida era superior y el servicio de primera clase. Uno llegó a la zona de comida y fue recibido por Stefan, el jefe de camareros, que ya sabía nuestro nombre antes! Los camareros y camareras eran extremadamente servicial y chic. Ahora llegas al restaurante y esperas primero a un camarero, que luego te acompaña a la mesa. El servicio es no amado y simple. Comimos en una mesa semi-cubierta de madera, sé mejor.
La comida es sólo una gran decepción. No entiendo los premios. Nuestros vecinos de mesa también dejar comida volver a la cocina. La comida es poco imaginativa y también tan preparado.
El aperitivo de la tarde también es débil. Los pasteles de la tarde siguen siendo los mismos que hace 10 años, probablemente todavía del mismo proveedor. La calidad de la comida para un hotel 4S es simplemente insuficiente: pasteles, salchichas, pan, queso y otra fruta.
El Spa también habría merecido una renovación, pero el Hotel no puede generar más reservas. En las duchas, las pequeñas plaquetas se deshojan de la pared. En una ducha hay un agujero a través de la pared y se puede ver la tecnología y cables de alimentación detrás de él. De las cuatro duchas no es 100% funcional, por lo general uno de los programas de ducha no funciona.
Las habitaciones y el Hotel en sí están muy bien decoradas, pero eso es todo lo que noté positivamente.