Comentario del Oaks Brisbane Festival Suites 4*

Todos los Robles no son los mismos. Durante los últimos 10 meses he tenido un servicio impecable en el Oaks Charlotte. Cuando estaban totalmente registrada y no puede dar cabida a mí, se preparó una habitación en el Festival de Torres. Nuestra reserva fue hecha a través del teléfono, y me dijo que yo estaría pagando en efectivo. Mi colega y me volví para comprobar alrededor de las 11 de la noche y dijeron que yo podía pagar en efectivo por la habitación, pero los $75.00 incidental cargo fueron llevadas a cabo por la tarjeta. La práctica común es que si el cliente opta por no usar una tarjeta para el incidental, a continuación, una cantidad en efectivo que se mantiene en fideicomiso. De haber sido un patrón en el Oaks Charlotte, donde muchos de los Chinos que a los turistas les paga únicamente en efectivo, yo estaba bien acomodado ahí el uso de la misma práctica. Que noche hemos intentado comprobar en Oaks Festival, a pesar de los muchos cientos de dólares en efectivo, sin la tarjeta para gastos imprevistos estábamos se negó a permanecer. Me ofrecí a pagar el doble de la incidentales de la cuota en efectivo que se celebrará intrust. Pero esto fue en contra de la compañía "política". La política de la empresa no de triunfo de curso legal, y, de hecho, constituyen una infracción de los derechos de los consumidores. De haber sido informado de que no habría ningún hotel en Brisbane que aceptaría una transacción, estaba estupefacto. Especialmente después de haber cortado como el de Director de una Entrada Tour Operador Mayorista de 15 años. Estoy seriamente la movilidad de los discapacitados y a ser rechazado después de que mi reserva ha sido aceptada, y después de haber gastado miles de dólares en su hotel hermano en Charlotte, yo estaba casi en lágrimas. Me sentí aliviado de que lo que había dicho la administración de Oaks Festival es manifiestamente inexacta, y hemos encontrado Gambaro Hotel de más de acomodarse a nuestras circunstancias. Estamos en efectivo sólo a los empresarios, y a los que estaban dispuestos a aceptar la moneda de curso legal por encima de alguna pieza de plástico de un banco de problemas.