Comentario del Kkala Boutique Hotel 3*

Deseo alertar a todos los turistas. Realizamos una reserva en el Hotel KKala para ir con nuestra familia, 3 niños, uno de ellos un bebé. — En ningún momento nos informaron que el hotel no cuenta con ascensor. Al llegar fue imposible estacionar el vehículo en la entrada, ya que la misma se encuentra en una calle con una pendiente muy pronunciada. Mi esposo tuvo que subir todo el equipaje a través de una escalera que se encuentra en la acera, ya que en el hotel la única persona presente era la recepcionista y a mi esposo le dio vergüenza ajena hacer que la chica cargara con todo el equipaje. — Por todo lo mencionado le solicité a la recepcionista que cancelara nuestra reserva, ya que no era un lugar apto para transitar con un bebé. Nos respondió que no había problema, pero que iban a cobrar el total de la estadía de nuestra tarjeta de crédito (número que dimos para garantizar la reserva). Sic. Indignada le respondí que estaban obligándonos a quedar en un lugar en el que no nos encontrábamos a gusto. Nos tenían de rehén. ¿Quién va a aceptar pagar más de U$ 260 por noche, sin hacer uso del hotel? En el papel del check in mi esposo escribió que estaban obligándonos a permanecer en el lugar, a pesar de nuestro descontento. — Como el hotel tampoco tiene restaurante debimos salir a buscar uno. Mientras mi esposo llevaba el carro y a nuestros otros dos hijos yo resbalé con el bebé en brazos, debido a que a lo largo de todo el cordón corre un líquido jabonoso. Terminamos en la clínica San Roque con radiografías y medicación inyectable, para calmar el dolor. Tengo derrames en la columna, piernas y codo y un dolor, que a nuestro regreso de las vacaciones aún persiste. Mi esposo exigió que cancelaran la reserva. El hotel Kkala no contó esto en su respuesta a mi marido porque no le conviene que se sepa cómo fueron realmente las cosas. Si desde un principio hubiesen cancelado la misma, nada de esto hubiese sucedido. Agradecemos a Dios que a nuestro hijo no le pasó nada grave, más allá de que recibió el golpe también y sufrió moretones en su espalda, porque de lo contrario le prendía fuego el hotel por NECIOS, MENTIROSOS Y MALEDUCADOS. El hotel se jacta de ser boutique y realmente de boutique no tiene nada. Ni siquiera el trato, que en todo momento fue descortés. Aún después del accidente, nadie se preocupó por interiorizare sobre mi estado y el de la criatura. Para que tengan una idea de la ignorancia de esta gente a la hora de tratar con niños, les comento que habían armado la cuna pegada a la baranda del piso superior del loft. Obviamente nuestro hijo no durmió allí durante la noche que nos obligaron a permanecer alojados. Dejo fotos de lo que es el desayuno, para que saquen sus propias conclusiones. En cuanto al cuadro del cementerio que se encuentra en la cabecera de un sillón cama, en la que debieron dormir nuestros hijos con las piernas inclinadas porque no quedaba armado en posición horizontal, debo decirles que es de mal gusto. El arte es subjetivo y no pueden, por una cuestión de sentido común, poner en la cabecera de una cama dicho cuadro, sencillamente porque no a todo el mundo le gusta ver lápidas a la hora de dormir. Más allá de que haya sido realizado por una artista del lugar. No se trata de cultura. No estábamos en el museo del Prado, estábamos en una habitación de hotel. Y si se tratara de cultura sería mejor que empiecen por tratar con respeto y cortesía los huéspedes. Gracias a Dios nos retiramos del hotel y terminamos alojándonos en el Hotel Sheraton que cumple ampliamente con las 5 estrellas que ostenta. Al Hotel KKALA le falta mucho para lograr ser lo que pretende. En todos los comentarios negativos que hemos leído, jamás aceptaron sus errores. Siempre se encargaron de endilgar culpas a los huéspedes. A esta altura dudamos de la veracidad de las críticas positivas. Realizaremos todas las denuncias pertinentes y nos reservamos el derecho de iniciar acciones legales por daños, perjuicios, calumnias e injurias.