Comentario del Spa & Resort Bachmair Weissach 5*

Mizu Sushi Bar: Mal pero arrogante servicio. Los platos japoneses se silencian con creaciones de ensaladas bávaras, no es así. Habíamos pedido una mesa para 4 a las 20:00, pero llegamos poco después de las 19:00. Cuando le preguntamos educadamente si podría ser posible comer ahora, nos dijeron que todas las mesas estaban reservadas y que tendríamos que esperar hasta las 20:00; el restaurante estaba cerca de un tercio ocupado. Aunque tres mesas estaban constantemente vacías, el Thekentische estaban todos desocupados, tuvimos que esperar hasta las 20:00. Por último, el camarero nos informó que estábamos "ciertamente familiarizados con el concepto, y que queríamos presentarnos no sólo a la cocina japonesa, sino también a la cultura gastronómica japonesa". Los pedidos de bebidas fueron entonces parcialmente olvidados, la soja y el wasabi se servían en mini porciones (tal vez suficiente para 1 persona, ciertamente no para 4), cada reorden se servía de nuevo, obviamente algo a regañadientes, en mini porciones. En algún momento, en medio de la comida, nos preguntaron si queríamos tener jengibre, a pesar de que ni siquiera habíamos recibido uno. Los aperitivos ordenados llegaron tan erráticamente que la idea de "compartir" era completamente ineficaz, ya que a menudo sólo había comida en la mesa para 2 personas (y no para 4). Durante media hora, de repente no hubo más platos en absoluto… También es algo peculiar, en sí mismo sabrosas creaciones de sushi, como También sobrecargar el rollo de surf y césped con montones de ensalada y aderezo, que no es japonés, ni particularmente sabroso o incluso acogedor. Cuando se nos preguntó si podíamos por favor conseguir el filete Wagyu servido en trozos cortados en cubos, finalmente nos dijeron que esto no era posible, pero podíamos conseguir un cuchillo. Gracias. La cultura de la comida japonesa no sólo se caracteriza por los platos especiales, sino sobre todo por cortesía y por el acercamiento al huésped. El personal de servicio del Mizu todavía tiene un (muy) largo camino por recorrer. En el futuro, tendrán que irse sin nosotros otra vez.