El campo de concentración Sachsenhausen, ubicado en Oranienburg, Alemania, fue establecido por el régimen nazi en 1936. Diseñado originalmente para albergar a prisioneros políticos, Sachsenhausen se convirtió en uno de los campos de concentración más grandes y notorios durante la Segunda Guerra Mundial.
El campo estaba rodeado por un muro de ladrillos rojos y alambre de púas, y estaba dividido en varias secciones. En la entrada principal, se encontraba la torre de vigilancia, desde donde los guardias controlaban el acceso y la salida de los prisioneros. Dentro del campo, había numerosos barracones donde los prisioneros vivían en condiciones extremadamente precarias.
Sachsenhausen también contaba con áreas específicas para diferentes grupos de prisioneros, como los judíos, los homosexuales, los gitanos y los prisioneros políticos. Estos grupos eran sometidos a trabajos forzados, maltratos y torturas por parte de los guardias nazis.
El campo también albergaba instalaciones de ejecución, como la horca y la cámara de gas, donde miles de prisioneros fueron asesinados. Además, se llevaban a cabo experimentos médicos inhumanos en Sachsenhausen, donde los prisioneros eran utilizados como sujetos de prueba.
A medida que la guerra avanzaba, el número de prisioneros en Sachsenhausen aumentaba, lo que llevó a una mayor superpoblación y a condiciones aún más inhumanas. A pesar de ello, algunos prisioneros lograron organizar actos de resistencia y sabotaje dentro del campo.
El campo de concentración Sachsenhausen fue liberado por las fuerzas soviéticas en abril de 1945. Desde entonces, se ha convertido en un memorial y museo, que busca recordar y honrar a las víctimas del Holocausto y educar a las generaciones futuras sobre los horrores del nazismo.
Horario:
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