Las Piedras de Callanish son un conjunto de monumentos megalíticos ubicados en Breasclete, en la isla de Lewis, en las Hébridas Exteriores de Escocia. Estas piedras son uno de los sitios arqueológicos más importantes de las islas británicas y datan de la Edad de Bronce, aproximadamente entre el 2900 y el 2600 a.C.
El conjunto consta de un círculo principal de piedras de granito, que se levantan en forma de cruz, con una piedra central más alta que las demás. Alrededor de este círculo principal, hay una serie de avenidas de piedra que se extienden hacia el exterior, formando una especie de cruceta. En total, se estima que hay alrededor de 50 piedras en el sitio.
Las piedras varían en tamaño, desde las más pequeñas que miden alrededor de 1 metro de altura, hasta la piedra central que alcanza los 4,8 metros. Algunas de las piedras están decoradas con grabados en forma de espirales y círculos concéntricos, lo que sugiere que tenían un significado simbólico o religioso para las personas que las erigieron.
Aunque el propósito exacto de las Piedras de Callanish sigue siendo un misterio, se cree que estaban relacionadas con rituales religiosos o ceremoniales. Algunas teorías sugieren que podrían haber sido utilizadas como un calendario astronómico, ya que se alinean con los solsticios y equinoccios.
El sitio de las Piedras de Callanish es de gran importancia histórica y arqueológica, y ha sido objeto de numerosos estudios y excavaciones a lo largo de los años. Además, su ubicación en la isla de Lewis, rodeada de paisajes impresionantes y vistas al mar, lo convierte en un lugar muy visitado por turistas y amantes de la historia.
Aunque no se proporcionó una dirección específica, las Piedras de Callanish se encuentran en Breasclete, un pequeño pueblo en la isla de Lewis, en las Hébridas Exteriores de Escocia.